Estertores de antruejo en Alija
Los jurrus pierden su tirón tras la supresión del ritual.
Después de que el antruejo de Alija del Infantado, Fiesta de interés Turístico Provincial, tuviera que ser rescatado por la asociación cultural del pueblo, ante la negativa del equipo de gobierno anterior a organizar la celebración, el cambio que ha dado a la fiesta el equipo de gobierno no ha arrojado los resultados esperados. Jurrus y birrias salieron a la calle con más ruido que nueces y con muy poco público acompañándolo. Además, los pocos que acompañaron a las fuerzas del mal en su paseo por la villa —antes de que se organizara el Ritual del Jurru, Alija jurraba los martes de Carnaval— optaron por disfraces de la mascarada moderna y no por recuperar otros personajes de los que gozó el antroido leonés más sureño.
El desfile fue corto y los participantes trataron de poner toda la carne en el asador, sobre todo en la cena, de patatas con jabalí. Eso sí que fue una gran despedida del placer para enfrentarse a los rigores de la Cuaresma.