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Vivir en un bucle ‘made in’ Astorga

David García jubilará los peines el sábado tras 42 años al frente de su peluquería.

David García Firón trabajando en su peluquería de la calle Villafranca de Astorga.

Publicado por
a.g. valencia | astorga
León

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Con tan sólo doce años, David García Firón madrugaba cada mañana para aprender el oficio familiar, ser peluquero. Una afición que después se convirtió en vocación y finalmente ha marcado la vida de este astorgano. Los peines, los rulos y los tintes se han convertido en los mejores aliados de este peluquero, que el sábado colgará definitivamente la bata, «el tiempo no perdona», bromea.

Medio siglo ha pasado desde que cogió el primer cepillo, y 42 años desde que abrió su propio negocio en Astorga. Estudio en Madrid, en Llanes y en Valencia y ha presentado sus creaciones en medio mundo. «Hemos desfilado en París, Nueva York o Amsterdam, aunque el mejor escenario son las calles y el día a día, el de aquí, de Astorga, yo pensaba en mi peluquería cuales podían ser las nuevas tendencias para el cabello y luego las mostraba en las capitales», señala el peluquero que se ha ganado el título de padre de los recogidos en pelo mojados. «Como decía Valenciaga,—continúa el astorgano—, la moda es meter la mano en el baúl y sacar, lo mismo ocurre con los peinados y los cortes».

Considera que el oficio ha pasado de ser artesanal, a ser una profesión mecánica. «La peluquería no es teoría, cuando yo empecé calentábamos las tenacillas con alcohol y todavía hay quien prefiere peinarse a la antigua usanza».

Muchas son las anécdotas que rodean el quehacer diario de David García. «Recuerdo que venían las clientas con las fotos de las famosas de esa época y me pedían salir igual. A veces era una misión imposible», relata y mientras habla parece que imagina las escenas de la mili en Ceuta, «allí peiné a la señora del capitán». Prefiere obviar a los famosos con los que se ha topado, «eso es importante cuando empiezas, ahora es mejor reservárselo».

Con un tono emocionado confiesa que «la peluquería es para dedicarse al 100%, sino es mejor vivir del recuerdo». Agradece la fidelidad de sus clientas y la colaboración permanente de su mujer y su hermana. «He sido muy feliz aquí y me deja un vacío inmenso abandonarla».

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