Doña Piñata va a Primaria

En pleno luto por el entierro de la Sardina y con las ganas a flor de piel, los niños astorganos tomaron ayer las calles de la ciudad para recordar a sus paisanos que Don Carnal aún no ha muerto en Astorga. El desfile infantil es el acto que marca el comienzo de la fiesta de Piñata. Con los primeros acordes de la banda de la Escuela Municipal de Música los bomberos se mezclaron con los pingüinos, las sevillanas o los simpáticos payasos.

Esta iniciativa, que comenzó en el 2008, está organizada por el grupo Scout y los participantes no pueden superar los doce años. El número de carnavaleros de corta edad que participa en el desfile infantil ha ido aumentando con las ediciones. En la primera ocasión fueron 100 los debutantes, cantidad que se ha multiplicado por diez en estos cinco años. Fuentes oficiales de la concejalía de Fiestas confirmaron que «957 niños han participado en esta edición del desfile infantil de Piñata».

La comitiva de disfraces salió de la plaza de Eduardo Castro a las siete de la tarde y llegó media hora después a la plaza Mayor, donde un apetecible chocolate caliente esperaba al millar de participantes. Además la música carnavalera de la banda municipal animó a todas las edades.

Una vez que los disfraces infantiles volvieron al armario, aunque hoy se lucirán de nuevo en el gran desfile, fue el turno de los adultos. Durante la noche, Astorga viajó al pasado y bailó al ritmo de las décadas de los sesenta y setenta. Una época irreverente, muy apropiada para la primera jornada festiva de unos carnavales que se caracterizan por disfrutar del embrujo de Don Carnal ya metidos en Cuaresma.

Napoleón Bonaparte, acompañado de su guarda personal como buen magnate, ha sido el encargado de despertar a los astorganos esta mañana, y no nos olvidemos, de que este 2012 La Piñata habla con cierto acento francés. Así desde el Ayuntamiento han sumado la celebración carnavalera a los actos programados por el Bicentenario de los Sitios.