Coto Minero acepta recolocar a los 56 trabajadores del ERE de Nueva Julia
El plan, impulsado por la Subdelegación, plantea que estén en el tajo en cinco meses .
La explotación a cielo abierta se cerró por decisión judicial.
La empresa Coto Minero Cantábrico ha aceptado recolocar a los trabajadores afectados por el cierre cautelar de la explotación a cielo abierto Nueva Julia, en el municipio de Cabrillanes, según anunció ayer en una nota de prensa la Subdelegación del Gobierno en León.
Según el comunicado, esta solución, que da salida a los 56 trabajadores afectados por la medida, es fruto de las negociaciones que ha mantenido el subdelegado del gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones y Fernández, con los responsables de la empresa, así como con las alcaldesas de Villablino y Cabrillanes, representantes de la Junta de Castilla y León y los sindicatos CC.OO., y FIA-UGT.
Coto Minero Cantábrico se ha comprometido a poner en marcha un plan escalonado de recolocación de los trabajadores afectados, programa que se aplicará lo largo de los próximos cinco meses. Atendiendo a las circunstancias personales de los empleados y a su cualificación, la minera recolocará a cinco mineros en abril y otros tantos en mayo; en junio, 16 trabajadores volverán a la actividad y en julio y agosto serán 15 en cada mes, completando las 56 recolocaciones.
La empresa se vio abocada a plantear un expediente de regulación de empleo (ERE) ante el cierre cautelar, que se hizo efectivo el 4 de febrero.
El proceso negociador. La medida se enmarca en los esfuerzos que están realizando las administraciones central, autonómica y local y todos los implicados para impulsar y obtener la reapertura del cielo abierto Nueva Julia con las garantías legales y judiciales necesarias precisas.
Coto Minero Cantábrico recibió la orden de paralizar la explotación el 3 de febrero, después de que se aceptaran las medidas cautelares propuestas por los grupos ecologistas Montañas de Babia y Luna y Filón Verde al Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de León, ante el que había recurrido las licencias ambiental y urbanísticas concedidas por el Ayuntamiento de Cabrillanes para Nueva Julia, que en el 2003 superó los trámites y obtuvo una declaración favorable de impacto ambiental. Es una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que dictaminó en noviembre la necesidad de dictaminar adecuadamente sobre las repercusiones de la actividad sobre la población de urogallos la razón por la que se decidió paralizar el cielo abierto del empresario minero Victorino Alonso, que había señalado en una reunión celebrada en la subdelegación la semana pasada, que la única solución real al empleo de la explotación paralizada consistía en su reapertura.
Los contactos entre la Subdelegación del Gobierno y las partes implicadas se han reanudado esta semana, llegándose a la solución reseñada anteriormente.