Un impuesto sobre el gas natural y los combustibles para bajar el déficit de tarifa
La Comisión Nacional de la Energía también ha propuesto al Gobierno que imponga un impuesto sobre el gas natural y los carburantes para que estas fuentes de energía carguen con parte del coste que suponen las primas a las renovables y la cogeneración. En cuanto a la posibilidad de crear impuestos que graven la generación hidráulica o nuclear o las emisiones de CO2, la CNE no se pronuncia y se limita a analizar los pros y los contras de su eventual aplicación.
El conjunto de medidas a corto plazo propuestas por la CNE para recortar los costes regulados del sistema, como primas a las renovables, distribución, transporte o financiación del déficit, permitirían «ahorrar» en 2012 unos 2.020 millones de euros y unos 4.501 en 2016.
No obstante, para evitar que continúe la generación de déficit, la CNE considera que adicionalmente habría que incrementar los peajes de acceso entre el 2 o el 3 % anual hasta 2015 o 2016, cuando, sumando el efecto de ambos factores, desaparecería el desajuste entre gastos e ingresos. De no tomarse medidas, sólo en 2012 haría falta subir el 35,5 % los peajes (parte del recibo de la luz que remunera los costes regulados y que supone en torno a la mitad del recibo).
Según la CNE, en el 2011 las renovables eléctricas cubrieron el 33 % de la demanda, lo que frente al objetivo del 20 % fijado para 2020 supone un exceso del 39 %, que en dinero se traduce en 2.145 millones y que debería ser soportado por otros sectores energéticos. Como ejemplo, explica que para recaudar unos 2.000 millones bastaría con imponer un impuesto de 0,07 euros por litro de gasolina o gasóleo.
El informe fue aprobado con la abstención del presidente del organismo, Alberto Lafuente, que considera que las propuestas descargan sobre los consumidores gran parte de la solución al déficit de tarifa.