Astorga, puerto seco

Querido hermano: Recibe mis sentidos y fraternales cariños; y ten en cuenta que hasta que no pase la Semana Santa no habrá misivas; naturalmente que para obviar esa incomunicación estás invitado a pasar esos días aquí. Este año estrenamos la categoría Nacional. Perandones, que buena parte tuvo en esta nominación, nos ofreció un sentido, bello y literario pregón, como corresponde a un profesor de Literatura; de justicia era su designación. Y los de Valverde de la Virgen, en atención a ello, invitó a esta ciudad, obispado y Junta Pro Fomento a ser protagonista de la «plegaria a la Virgen del Camino»; nuestro obispo, monseñor Lorenzo fue el encargado de la plegaria quien, a la distancia de 18 años, ya entiende el espíritu astorgano de estas fechas. La Banda Municipal y la cofradía de la Vera Cruz también tuvieron su protagonismo. Por esto y porque eres mi hermano, te espero en esas fechas que tengo una limonada de rechupete para dejar algún que otro judío en el camino.

Tenía pendiente contarte el remonte de Nolete a cuenta de lo de «marzo en femenino». Ya sabes como es de picajoso y encuentra razones, a veces, donde no las hay; se trataba del encuentro de mujeres alcaldesas; en tal fecha andábamos predicando el cocido y el garbanzo de pico pardal por Bilbao, razón de mi no asistencia; me contó su concurrencia al acto y de ahí su remonte al constatar que las cinco alcaldesas eran del mismo partido, por lo que no daba lugar a divergencias en los criterios; hacía hincapié Nolete en la discriminación hacia las alcaldesas de otros partidos, que algunas sí hay en la comarca. Nada puedo decir al respecto, al no acudir, pero sí es curiosa la ausencia de confrontaciones de criterios, aunque estoy seguro que todas ellas tienen unos parámetros muy similares. Por mujeres, por alcaldesas y por buenas luchadoras. El hecho me recuerda otra discriminación realizada en Cádiz, por la alcaldesa doña Teófila, con las concejalas y concejales de la oposición en las celebraciones de aquella Constitución, bautizada como «la Pepa». No debe hacerse.

Como no deben dejarse de lado hechos notorios como el ocurrido cuando, el día de Santa Marta, los de Gijón vinieron a vender la autopista del mar desde el Musel. Gijoneses y astorganos intervinieron, entre ellos el presidente del puerto. Cinco fueron los participantes y ninguno, hermano, ninguno de ellos tuvo un leve recuerdo para el astorgano Eduardo de Castro. Como sabes este ingeniero fue el principal constructor y proyectista del Musel, así como director del mismo muchos años; allí probó, con éxito, su invento el cemento puzolánico; y aunque en aquellos años, las fuerzas económicas de Gijón le pusieron la proa y sufrió lo suyo, ahora da nombre a la gran avenida que une la ciudad con el puerto. Era de justicia.

Tenía Eduardo de Castro un sueño; si hubiera fructificado, Astorga habría sido el primer puerto seco hace cien años, cuando ahora se pelean no sé cuantas poblaciones por tener uno. Eduardo de Castro soñó y proyectó un ferrocarril que unía directamente, su ciudad natal, Astorga, con el puerto del Musel, lanzándolo por tierras de la Cepeda, Omaña y Babia para horadar la cordillera con un gran túnel. Con un gran valor añadido: hace cien años, cuando media España no tenía luz eléctrica, él proyectó el ferrocarril Astorga-Musel movido por esa energía, la cual sería producida por una serie de saltos de agua construidos en los ríos del trayecto. Pues ya te digo, hermano; ni gijoneses ni astorganos tuvieron la más leve mención de tan singular y sabio personaje. Eso que en Astorga le tenemos dedicada una de las principales plazas, dicha glorieta; y placa artística en la que pudo ser su casa natal, en los soportales de la plaza Mayor. Entonces se frustró el puerto seco para Astorga; y ahora se ningunea su memoria. Así de desmemoriados somos los humanos. Cuídate.