El campo celebra San Isidro con optimismo y prevé un buen año

Los 8.200 agricultores leoneses llegan hoy al día de su patrón, San Isidro Labrador, con motivos para el «optimismo», según el secretario general del sindicato Ugal-Upa, Matías Llorente, y su homólogo en Asaja, José Antonio Turrado. Una alegría derivada del vuelco a los alarmantes datos de sequía del primer trimestre del año y a las buenas perspectivas para los cultivos mayoritarios en la provincia, como la remolacha, el maíz, la patata y la alubia.

Turrado asegura que, a día de hoy, «no existen cultivos perdidos y la situación, que parecía tan agónica por falta de lluvias, se ha enderezado bastante». Según explica, la agricultura de secano «está bien», y la de regadío, «con buen futuro, porque parece garantizado que habrá suficiente agua». En ese sentido, considera alentadoras las abultadas reservas de Riaño y que el pantano de Luna haya superado la barrera psicológica de los 200 hectómetros cúbicos ( se sitúa ya en 205).

En cuanto a rendimientos, Turrado opina que, «sin estar para tirar cohetes, es mucho mejor que lo que pintaba hace tiempo». Al secretario general de Asaja le preocupa, no obstante, la reforma de la PAC, los presupuestos que presenten la Junta y el Ministerio de Agricultura, junto con la defensa de los precios, que, actualmente, vienen impuestos por los lineales, según explica, dejando nula capacidad de negociación a los agricultores. Además, teme que la rebaja de las ayudas públicas provoque una falta de modernización, y con ella, de competitividad del sector.

La remolacha, como nunca

Por su parte, Llorente pone el acento en la remolacha, «nacida como nunca, ya que tenemos más de 100.000 plantas». Un cultivo del que «sólo» se han perdido 500 hectáreas en el entorno de Villameca, frente a las 2.000 dañadas en Palencia. Respecto al maíz, considera que presenta un buen ciclo, con casi el 100% ya plantado y el 70% nacido. Una tónica que espera que también se repita cuando llegue la época de siembra de la patata y la alubia.

En materia de reservas acuíferas, Llorente muestra su alegría por el llenado de Riaño, el Porma y el Luna, donde se necesitarían otros 20 hectómetros cúbicos, no obstante, para garantizar la holgura de los regadíos del Páramo. «Puede ser un buen año para los cultivos extensivos de la provincia, siempre que seamos capaces de economizar el agua», puntualiza. Ve positivo, además, la implicación de los agricultores en «amueblar fincas con riegos por aspersión, más ecológicos y con menor gasto energético», indica. El punto negativo, es la falta de solución al viejo problema de la presa de Villagatón.

En cuanto a la situación de la ganadería, la radiografía que muestran es pesimista. «La situación del vacuno de leche es muy difícil, sin casi margen para cubrir gastos porque no pueden repercutir el incremento de piensos y medios de producción en el precio de la leche. El ovino está similar y sólo se salva el caprino», precisa.