La población de osos del oeste de León y Asturias se ha duplicado en 15 años
La población osera que reside en la zona occidental de la provincia de León y el Principado de Asturias se ha duplicado en los últimos quince años y registra un censo de entre 160 y 180 ejemplares de oso pardo cantábrico.
Pese a este crecimiento, la legislación española mantiene la consideración de especie protegida en peligro de extinción, un concepto «razonable» a juicio del presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP), Guillermo Palomero, quien ha señalado en una entrevista con Efe que todavía sigue habiendo «pocos osos».
En este sentido, Palomero ha apuntado que a partir de los quinientos ejemplares se podría considerar al oso cantábrico fuera de peligro de extinción, pero ha matizado que existen muchos factores de los que depende su evolución y el asentamiento de los núcleos reproductores, algo que «hoy por hoy no ocurre».
Si se diesen esas circunstancias, «empezará a bajar la categoría de amenaza», pero por el momento, aunque la especie se aleja más cada vez más del riesgo de desaparición, el experto ha mostrado su acuerdo con que Europa lo considere «como especie prioritaria».
Zona oriental.
Frente a este crecimiento en la subpoblación occidental, la oriental mantiene unos niveles más bajos con una cifra de ejemplares que no supera los treinta osos, una familia osera «más frágil» que reside en una zona comprendida entre Asturias y Cantabria y entre León y Palencia.
Palomero ha recordado que esta subpoblación, de menor tamaño que la occidental y de baja variabilidad genética, se recuperó del borde de la extinción a finales de los 80 y principios de los 90, aunque su riesgo de desaparición continúa siendo alto.
Para favorecer la supervivencia y el desarrollo de la especie, la FOP evalúa los resultados que se van desprendiendo del proyecto «LIFE+ Corredores Oso», desarrollado entre los años 2009 y 2011, a través del cual se han potenciado dos corredores naturales para comunicar ambas zonas oseras.