villómar
Aparecen varias decenas de truchas muertas a la altura del azud del Esla
El lugar donde se encontraron los salmónidos está vedado por su cercanía a la . presa.
Varias decenas de truchas aparecieron muertas ayer en el río Esla a la altura del azud de Villómar, por debajo de la toma de caudal para el canal de la margen izquierda del Porma. Los salmónidos, de una talla media de entre 20 y 25 centímetros, perfectamente visibles desde la presa, se localizaban en el fondo y algunos estaban siendo devorados por varios ejemplares de cangrejo señal. Además de las truchas muertas en el azud, que podían contabilizarse perfectamente, otras tantas discurrían con la corriente en los tramos inferiores. Varias personas alertaron del hecho a los agentes forestales que controlaban el coto de Quintana de Rueda, aguas arriba.
No obstante, la zona está calificada como tramo de pesca sin muerte, aunque el lugar exacto donde se encontraron las truchas está vedado por la proximidad de la presa. Por el momento, la causa de la mortandad no está determinada, aunque cabe destacar que el río discurre muy corto de caudal y, pese a la transparencia de las aguas, éstas llevan abundantes espumas.
Un tramo muy activo
La zona donde se localizaron los salmónidos coincide prácticamente con la mitad del tramo libre sin muerte y suele estar muy concurrido por pescadores deportivos, pues además de su proximidad a la capital, unos 20 kilómetros, suelen localizarse un buen número de truchas y de tamaño muy aceptable.
El hecho de tratarse de un río regulado con amplio cauce y variedad de tablas, corrientes y pozas, le confiere un atractivo especial para los amantes de la mosca seca. La mortandad parece que no ha afectado a una gran proporción de truchas, pues al lado de las muertas, unas cuarenta en este punto, podían apreciarse varias más de diferentes tamaños discurriendo con normalidad.