Diario de León

El Paramo Bajo se pone en guardia

Los agricultores se organizan en brigadas de vigilancia nocturna ante la oleada de robos de piezas de riego de sus fincas en las últimas semanas.

Agricultores de Pobladura muestran una de las llaves de paso que se suelen llevar los cacos.

Agricultores de Pobladura muestran una de las llaves de paso que se suelen llevar los cacos.

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armando medina | pobladura
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La paciencia de los agricultores de buena parte de las localidades del Páramo Bajo se ha empezado a agotar ante la oleada de robos que están sufriendo en sus explotaciones de regadíos en las últimas fechas. Tal es su sentimiento de indefensión que en pueblos como Pobladura de Pelayo García han decidido organizarse en brigadas de tres o cuatro personas para realizar labores de vigilancia nocturna. «No podemos seguir viendo cómo nos roban y quedarnos sentados», aseguran.

Los primeros hurtos comenzaron hace aproximadamente un año, pero en las últimas semanas se han intensificado. Los ladrones se llevan principalmente llaves de paso de aluminio de las infraestrucuras de riego que están colocadas en el campo. Se trata de piezas que cuestan unos 50 euros cada una, pero de los que sustraen gran cantidad, «la justa para que sea considerada hurto y no robo» y, por lo tanto, una falta y no un delito, manifiestan. Y es que ya han rebidido resoluciones de los juzgados ante sus denuncias en este sentido. «Nos contestan que no se trata de robos, sino de hurtos. Así que si los pillan no les van a poder hacer prácticamente nada», afirman.

Según señalan, las sustracciones en grandes cantidades comenzaron en Semana Santa y se han venido repitiendo desde entonces. Dicen que tienen lugar principalmente los fines de semana, «creemos porque es cuando menos gente anda por el campo». La mayoría de ellas se producen de noche, aunque algunas también por el día.

Desde hace un año, sólo en la localidad de Pobladura de Pelayo García estiman que hayan podido robar más 10.000 euros. Aseguran que al propio daño del valor económico que tienen las piezas robadas, se suman los trastornos, e incluso pérdidas de producción de las explotaciones agrarias, al no poder hacer uso de las infraestructuras cuando es necesario. «Vas a regar hoy y no puedes porque te das cuenta que te faltan algunas piezas. Y mañana igual ya no puedes disponer del agua», comenta un agricultor.

Aunque los principales robos es de llaves de paso, también ha habido en este último año casos en los que los cacos se han llevado cableados de los pivots, motores eléctricos, etcétera.

Los afectados aseguran que la Guardia Civil está haciendo todo lo posible por dar con los delincuentes, «pero tienen pocos efectivos». Los propios agricultores dicen que están en continua colaboración con las fuerzas del orden. «Sabemos que están haciendo vigilancia nocturna y nos dicen que les avisemos ante cualquier sospecha».

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