valderas
La Pastorcica, en casa
Más de 2.000 personas asisten a la romería del Pan y el Queso.
Los niños ataviados para la ocasión son los acompañantes de la Pastorcica.
Valderas celebró ayer la popular romería del Pan y el Queso. La fiesta consiste en la devolución de las imágenes de la Virgen del Rosario y de La Pastorcica a sus respectivos templos, después de que desde el día de Santa Cruz, 3 de mayo, hayan permanecido una en casa de la otra.
La comitiva partió a las cinco y media de la tarde de la iglesia de Santa María del Azogue portando a la imagen de La Pastorcica en carros engalanados, arcos florales, y acompañados por niños ataviados con ropas típicas de los pastores.
Tras recorrer algunas calles de la villa valderense, llegaron a la ermita del Otero donde se rezó un rosario.
Al terminar el rito religioso, en la campa que rodea a la ermita, los romeros comenzaron una fiesta más pagana. El Ayuntamiento repartió 2.000 raciones de pan y queso. Eso sí, motivado por la crisis económica que sufre el consistorio, cada ración este año fue más pequeña que en ediciones anteriores. Las colas prácticamente daban la vuelta al templo. Se trata de una merienda de confraternización en la que no faltaron los puestos de venta de avellanas, bebidas y otras viandas. También hay atracciones para los más pequeños.
Ya casi entrada la noche, se devuelven en romería la Cruz y la talla de la Virgen del Rosario a la iglesia de Santa María del Azogue, donde permanecen todo el año.
Así, cada imagen vuelve a su templo habitual después de un mes durmiendo «en casa ajena».