Sólo 150 de los 2.150 fuegos del año pasado fueron por causas naturales

Aunque el consejero prefirió eludir ayer la comparativa de cifras respecto al año pasado, y los datos sobre si el fuego había arrasado más o menos hectáreas de arboleda, sí precisó que tan sólo 150 de los 2.150 focos contabilizados en la campaña del 2011 se produjeron «exclusivamente por causas naturales». Detrás del resto de incendios, 2.000, aparece la mano del hombre, «en pocas ocasiones por descuidos, y en la mayoría de los casos, por voluntad de quemar», precisó. También reconoció sin entrar en los números exactos que «se van reduciendo, poco a poco, las zonas devastadas de superficie de arboleda frente a las de monte bajo».

Sanciones

Recordó las consecuencias legales de carácter medioambiental, las responsabilidades por daños y perjuicios y por los gastos de extinción que puede acarrear incendiar el monte. De ahí la importancia de la colaboración ciudadana a la hora de denunciar a los causantes de los incendios. En ese catálogo de sanciones se incluyen, en el ámbito agroambiental, la suspensión durante cinco años de los aprovechamientos ganaderos o cinegéticos de los montes incendiados, y la reducción o anulación de los pagos directos por quemas incontroladas o no autorizadas. En responsabilidad civil, es reseñable el pago de los gastos de extinción del fuego y por daños y perjuicios. Incluso puede abrirse la vía penal, con penas de seis meses a veinte años de cárcel y multa.