remolina
Cien velas para un alcalde de Crémenes
La localidad de Remolina al completo participo ayer en la celebración del centenario de Antonio Alvarado Largo, quien nació en la pedanía de este reducto de la montaña el 8 de julio de 1912, en el seno de una familia numerosa de las que ya no se estilan, pues estaba formada por un total de 15 miembros entre hermanos y hermanas.
A pesar de que ha soplado cien velas en su tarta de cumpleaños cuenta con una salud brillante y una lucidez mental envidiable, ya que es capaz de recordar los más ínfimos detalles de su longeva vida.
Los actos, que se celebraron en su pueblo, se pusieron en marcha con una misa cantada en latín acompañada por miembros del coro cisterciense de Sandoval. El Ayuntamiento le hizo entrega de una réplica de un bastón de mando, debido a que Antonio Alvarado fue durante ocho años alcalde del municipio de Crémenes.
Por su parte, el senador nacional y alcalde de Cistierna, Nicanor Sen, le entregó una placa en nombre del PSOE, puesto que el cumpleañero militó en este partido durante las tres elecciones a las que se presentó. Alvarado vivió unos años muy duros, de mucho hambre en España y más en una familia de tal volumen, pero siempre supó salir adelante gracias a su polivalencia para desarrollar diferentes oficios en el transcurso de sus días . En sus comienzos fue pastor en esta montaña leonesa, para convertirse, más tarde, en trashumante. Abandonaría este oficio para pasar a ser minero en la explotación de Hulleras de Sabero, y tras el estallido de la Guerra Civil se vio forzado a dejarlo. Al cese del conflicto logró aprobar una plaza de policía nacional y, tras jubilarse, realizó algunos trabajos de contable hasta dar el paso final a la política.