La sequía en el Luna hace temer una caída del 40% en la cosecha de maíz

La falta de agua enfrenta a los regantes del pantano de Los Barrios de Luna ante la posibilidad de que pierdan «entre el 30 y el 40% de la cosecha de maíz, en el peor de los casos», según manifestó ayer el presidente del sindicato central, Ángel González Quintanilla, al término de la junta de explotación del Sistema Órbigo, celebrada ayer en Hospital, en la que se anunció que no se completarán los cinco riegos de la campaña.

Con un reserva actual de 139 hectómetros cúbicos en el Luna, las comunidades de regantes del Órbigo conocieron ayer una situación en la que «no queda otro remedio que administrar el agua que tenemos», suprimiendo el quinto riego y reduciendo el caudal a 0,6 litros por segundo y hectárea, frente a los 0,9 de un año normal, con el fin de que la reserva permita llegar a final de agosto. «Se trata de una fuerte reducción del caudal», explicó González Quintanilla, en un año en el que «hemos ido defendiendo el cultivo» de maíz. La cosecha se quedará entre el 60 y el 70% siempre que la climatología de agosto no lo remedie, apuntó Quintanilla.

El pantano no ha recibido aportes en julio «y el primer riego se llevó más agua que en un año normal» por la sequía del invierno. Pese a que la luz roja se ha encendido para el cultivo del maíz, por el momento el presidente del Sindicato Central de Regantes de Los Barrios de Luna señaló que la alubia, la patata y el trigo no se verán afectados, aunque la producción de remolacha podría sufrir, aunque «si septiembre viene bien se puede recuperar», manifestó Quintanilla con respecto a la raíz.

En este momento, los regantes del Luna reciben la segunda aportación de agua para sus campos. La tercera comenzará a finales de julio y la última a mediados de agosto. «El quinto riego, en septiembre, aseguraba que el grano de maíz se llenara de harina», y este año se intentará que esto suceda con un riego menos. «Si el grano no alcanza peso específico, si no hace harina, no lo quieren ni los fabricantes de piensos».

Descartando Villameca, donde el año horrible se anunció hace meses, las zonas más afectadas son las de los canales del Páramo, Villares y Carrizo «con 17.000 hectáreas» de regadío. González Quintanilla señaló que en la zona existen 6.000 hectáreas en las que se ha modernizado el regadío, «pero sólo 2.000 están preparadas debidamente. En el resto no se han amueblado porque no ha concluido la concentración parcelaria y esperamos que rieguen en condiciones el año que viene», concluyó.