Un desfile de altura

Más de un millar de personas procedentes de diversos pueblos de la provincia se reunieron ayer en La Bañeza para celebrar la tercera edición de la fiesta de las comarcas bañezanas.

Danzas, cantos e instrumentos tradicionales fueron los encargados de dirigir una marcha compuesta por cerca de 39 pendones y pendonetas portados cada uno por grupos de cerca de 10 personas que se turnaron para llevarlos.

Desde la Sementera hasta el Jardinillo, pasando por la plaza Mayor del municipio. Este fue el recorrido que realizaron los pendones de Benavides, Valcabado, Carral, Destriana, San Román de la Vega, Santa Marina del Rey, y La Bañeza, entre otros.

El alcalde bañezano, José Miguel Palazuelo, fue el encargado de recibir a los miembros de las diferentes peñas que se ocupaban de dirigir los paños. Además, el regidor elogió su habilidad en el manejo de los mismos y demostró su alegría al asegurar que «hay muchos pueblos que ya tienen escuela en portar pendones. Los niños aprenden a llevarlos al igual que los mayores». En la barbilla, sin manos, de rodillas e incluso corriendo, fueron las diferentes formas con las que los pendones hicieron su entrada triunfal en la plaza, uno por uno, a la espera de los aplausos de los asistentes, que vitoreaban a sus vecinos.

Paños de vivos colores se dieron cita así en un domingo lleno de alegría, entusiasmo y música que culminó con un mercadillo compuesto por diferentes puestos de artesanía en el Jardincillo, y con la actuación en el mismo lugar, del grupo de música La Rueca por la tarde.