PRIORO
Los vecinos se vuelcan en el homenaje de los dos mártires
La iglesia de Prioro se quedó pequeña ayer para acoger a los cientos de personas que asistieron a la homilía en homenaje a los mártires oblatos Eleuterio Prado Villarroel y Serviliano Riaño Herrero y que estuvo presidida por el obispo de León, Julián López acompañado por el obispo emérito de Venezuela, Ramiro Díaz y el párroco del pueblo Matías Bayón además de dieciséis párrocos más.
Ambos religiosos, naturales de Prioro pertenecían a la comunidad de misioneros oblatos de María Inmaculada cuando sufrieron el martirio en Paracuellos del Jarama en 1936. En 2011 fueron beatificados en Madrid. Durante el acto religiosos que se prolongó durante casi dos horas el obispo de León ensalzó la figura de estos dos oblatos y el resto de sus compañeros que sufrieron el mismo final. «Dos jóvenes de 20 y 21 años que tenían como única misión propagar la fe católica y prepararse para ser misioneros». Desde el altar también se habló del perdón como la única fórmula para completar el silencio que acompañó a sus familiares.