Vuelta al tajo en el pozo Santa Cruz después de 78 días de encierro

«Hoy volvemos deshechos. Nos duelen las rodillas y las manos, y mañana será peor», decía ayer Alfredo González, uno de los 13 mineros que durante 78 días y en dos turnos, mantuvieron vivo el encierro en el pozo Santa Cruz. González, que junto a otros siete compañeros, permaneció 52 días en el pozo, hasta su relevó por otros cinco compañeros —otro más había tenido que renunciar en los primeros días por motivos de salud— trabajó ayer en uno de los turnos que salen a las cinco de la tarde. La plantilla del pozo Santa Cruz, sin embargo, no se ha encontrado excesivamente mal la explotación laboral, a pesar de llevar dos meses y medio parada, y los responsables de seguridad han estado en los últimos días inspeccionando las galerías para evitar sorpresas.

Con la vuelta al tajo de los trabajadores de Uminsa —y a la espera de que el próximo martes se pongan de nuevo en huelga, esta vez contra la rebaja de salarios decidida por la empresa en vista de la negativa del Gobierno a dar marcha atrás a los recortes en las ayudas— toda la minería del país ha dado por concluidas las protestas. Los sindicatos, sin embargo, ya han advertido de que se trata de una batalla perdida, pero el conflicto sigue abierto y preparan nuevas movilizaciones.