Azucarera garantiza su compromiso con el cultivo a partir del año 2014

La compañía AB Azucarera ratifica su compromiso con los cultivadores de remolacha más allá del año 2014, con el objetivo de desarrollar acuerdos industriales a partir tal año, fecha del fin de la vigencia del acuerdo de 2008 que cubría las ayudas derivadas de la reestrucuturación previa de 2006.

La Azucarera tras la reunión, que tuvo lugar ayer, de la Comisión Sectorial del Cultivo de Remolacha, considera que, mediante el acuerdo de marzo de 2008, cuya vigencia finalizará en la campaña 2013/2014, la Junta «ha contribuido significativamente» a garantizar el futuro del cultivo durante el proceso de reestructuración exigido por Bruselas en la última reforma del año 2006.

Por otro lado, la empresa asegura que mantendrá su compromiso con sus cultivadoras a fin de desarrollar nuevos acuerdos industriales con efecto a partir del 2014, fecha del fin de la vigencia del acuerdo firmado en 2008, que cubría las ayudas derivadas de la reestructuración del año 2006.

Estas negociaciones se llevarán a cabo en el marco de los acuerdos interprofesionales y reconocerán dos hechos imprescindibles a largo plazo: por un lado, la necesidad de contar con una industria productora de azúcar de remolacha competitiva y sostenible en España, y por otro, que los agricultores obtengan unos ingresos estables a medio y largo plazo.

Durante las próximas semanas Azucarera dará a conocer, a los agricultores y a sus representantes, una serie de medidas que comenzaran a aplicarse en octubre. El objetivo es que los agricultores dispongan de toda la información necesaria para la toma de decisiones.

La postura de la Junta

Por su parte, la Junta de Castilla y León reclama a la empresa que pague más a los remolacheros, para que también se beneficie de los altos precios del azúcar en el mercado internacional. Tras la reunión de la sectorial remolachera, la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, pidió a esta empresa que dé «un paso al frente» y mejore los precios para los cultivadores.

A su vez, Silvia Clemente justificaba el final de las ayudas de la Junta a los remolacheros en que ya se ha superado la etapa de «transición» en la reforma del sector iniciada en 2006. Al respecto, recordó que el precio de la tonelada de azúcar en el mercado internacional ronda los 711 euros por tonelada, frente a los 404 fijados como precio de referencia.

Estos datos, añadió, demuestran que el azúcar es rentable, por lo que «el gasto público tiene que dejarse y son las industrias las que tienen que dar un paso al frente».

La consejera agregó que las azucareras de los que las azucareras de los principales países productores en Europa pagan un precio «adicional» a los cultivadores, para que la remolacha les sea igual de «interesante» que otros cultivos como el cereal. «Eso es lo que tiene que hacer la empresa, pagar un complemento» aseveró.

Clemente se refirió también a la decisión de la Junta de dejar de pagar los tres euros por tonelada que se daba de ayuda a los remolacheros, que UPA y COAG han anunciado que reclamaran en los tribunales, ya que se deben cerca de 19 millones de euros de las convocatorias de 2011 y de 2012.

Decisión, que según subrayó la consejera, está «absolutamente fundamentada» en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que obliga a cumplir objetivos de déficit público, y para ello, la Junta ha tenido que recortar fondos como los agrícolas.