«No queda nada que quemar, el desastre ya está hecho»
Con tierra trata de apagar madera que aún arde mientras corrobora: «no queda nada que quemar, el desastre ya está hecho». Descendiente de leoneses, aunque con domicilio en Vizcaya, Óscar Turrado, que mantiene la casa de su familia en Quintana y Congosto, observa perplejo el Aula en la Naturaleza de la Junta de Castilla y León en Tabuyo del Monte. Los árboles quemados a su alrededor contrastan con los edificios e instalaciones deportivas en los que no se observan daños, aunque el vallado de madera haya ardido.
Visitaba el paraje con su familia cuando regresaban a Quintana y sólo existía la fuente del actual complejo. «El fuego se quedó «a cinco kilómetros» de su casa de Quintana. «Es el siguiente pueblo a Palacios», donde se detuvo el fuego en su avance hacia el este desde Torneros de Jamuz. Turrado no duda en pedir prestada una garrafa para ahogar el fuego de la madera a la que había arrojado tierra.