La alubiada celebra su décima edición con langostinos

Un chef de lujo para un restaurante al aire libre. El laureado restaurador Paco Rubio, el jefe de cocina del Palace regresa a La Bañeza de su retiro madrileño para colgarse el mandil y dirigir a un equipo de cocineros bañezanos y voluntarios. Y es que convertir la plaza Mayor «en el mejor restaurante de La Bañeza» una vez al año fue el sueño de los cocineros de la asociación La Tartera, capitaneados por Rubio, y este domingo, la alubiada de La Bañeza cumple su décima edición.

Aderezada después con la Feria Agroalimentaria, que se inaugura mañana a la una, Rubio agradeció a todos los que colaboran con la iniciativa su apoyo, en especial al Ayuntamiento y al concejal de Ferias, Tomás Gallego, en los que se apoyó la iniciativa para echar a andar.

El alcalde de La Bañeza, José Miguel Palazuelo, desveló ayer el menú de esta edición. A las alubias de riñón a La Bañeza seguirán los langostinos (ocho unidades por comensal), lo que calificó de acierto pleno, y una yema de La Bañeza, de Conrado, como postre. El dulce será más grande del que habitualmente comercializa esta confitería bañezana. Agua o vino —también de La Bañeza: Viña María— acompañarán a los manjares. El coste por persona es de 4 euros y se espera igualar las casi 6.000 comidas que se sirvieron el año pasado.

Rubio reconoce la complejidad logística de la alubiada: «En cualquier restaurante dar seis menús es dos horas es harto difícil». No es así en el ‘plaza Mayor’, donde no sólo se sirve en 102 minutos (a partir de las 13.30), sino que, además, «con el equipo de Iván Martínez», todo queda recogido para las cinco de la tarde».

El concejal de Ferias, Tomás Gallego, recuerda al alcalde y a Rubio la necesidad de agradecer al Consejo Regulador Alubia de La Bañeza-León las alubias, para 6.000 raciones. Se trata, además, de «alubia del año. A veces no pensamos en el trabajo de la gente del campo y más en este año, más complejo por la sequía, para podernos complacer, porque se empezó a arrancar hace una semana».

A cuatro euros el menú, la alubiada es, explica Palazuelo, «un homenaje a la alubia y a los agricultores que han mantenido el cultivo de la variedad riñón», que es la que se cocina a la bañezana.

Al igual que el año pasado, el Ayuntamiento ha adquirido el vino a una de las firmas presentes en la feria, práctica que ha extendido ahora al postre. Este año coincide que ambos proceden de La Bañeza. El caldo se embotella con el marchamo de Vino de la Tierra de Castilla y León.

Ganarse el plato

Para comer con más ganas, el Ayuntamiento de la ciudad y el Club de Atletismo La Bañeza han organizado para el domingo la Carrera de la Alubia, abierta a corredores y caminantes federados o no, con un recorrido por el Respigón y en tramo urbano de 8 kilómetros. Los participantes deben ser mayores de 16 años y saldrán de la plaza de los Reyes Católicos a las 11.00 horas. El precio de inscripción es de 5 euros y da derecho al participante a saborerar el menú de la alubiada.