Villaquejida
El polo en burro anima las fiestas del Cristo
. Los jóvenes del pueblo divierten a sus vecinos en sus intentos de controlar los jumentos y de conseguir empujar el balón a la portería con la ayuda de escobas.
Regates con escoba y pelota de fútbol, aunque los asnos no quisieran siempre correr tras el esférico, pese a gozar del apoyo del público.
El polo-burro, es decir, la práctica del polo a lomos de un jumento y no de corcel o de elefante, como es habitual en los países en los que este deporte se practica, llegó ayer a las fiestas de Villaquejida. Tampoco se utilizaron los palos habituales, que fueron sustituidos por escobas.
Veinticuatro jóvenes, chicos y chicas, se animaron a tratar de controlar una pelota futbolera con ayuda de una escoba y a lomos del humilde animal, algo que no resultó fácil, si bien hizo las delicias de un numerosos público, ansioso por conocer la nueva disciplina deportiva.
Repartidos en equipos de cuatro, los jugadores disputaron tres encuentros en una tarde que animaba a disfrutar del verde del campo de fútbol y que comenzó con un prometedor 7-2, pero que de la goleada se pase a que el compañero de abajo se pare a pastar va poco y, así, otro de los encuentros finalizó con un corto 1-0.
Lo de menos fueron los resultados, los perdedores y los ganadores, porque se trataba de pasar una divertida tarde.
El polo-burro llega de Zamora, de Morales del Vino, localidad a la que un vecino de Villaquejida cedió tres animales de Villaquejida para organizar este deporte. Tres de los ocho pollinos participantes son de raza zamorano-leonesa, mientras que otros tres eran Pía de Irlanda y los demás, híbridos.