picos de europa
Los alcaldes denuncian que el lobo está acabando con sus recursos cinegéticos
Defienden que los controles poblacionales «son necesarios», ya que viven de la caza.
La reacción de los alcaldes de la zona leonesa del Parque Nacional de Picos de Europa ante la denuncia elevada por varios grupos ecologistas contra la caza del lobo en este espacio natural protegido, no se ha hecho esperar. «Estamos un poco hartos de este ecologismo de ciudad que no sabe nada del daño que nos está causando el lobo», manifiesta el alcalde de Posada de Valdeón, Tomás Alonso. De la misma opinión es el regidor de Oseja de Sajambre, Antonio Jaime Mendoza, que recuerda que en Castilla y León el lobo es una especie cinegética, y cuya gestión corresponde a la reserva de caza de Riaño, en base a los cupos autorizados por la Junta de Castilla y León. No el caso de Asturias, comunidad en la que el lobo es especie protegida y donde solo se autoriza su caza en el caso en que se haya constatado un daño significativo para el ganado.
Ambos regidores coinciden en que ante la creciente densidad de ejemplares en el parque, los controles poblacionales de este animal son «absolutamente necesarios», para garantizar un equilibrio natural en la zona, y recuerdan que no solo el ganado se ve afectado por el ataque de este animal, que representa una amenaza también para la fauna del parque y para sus recursos cinegéticos, principal fuente económica de esta zona leonesa de Picos de Europa. En este sentido, el alcalde de Posada apunta como ejemplo que cuando llegan las nieves el lobo es capaz de matar hasta una vientena de corzos, para tan solo comer un animal, lo que representa un daño irreparable para el ecosistema y también para los intereses económicos de los vecinos del parque.
«Nadie quiere acabar con el lobo, lo que no queremos es que él acabe con nuestros recursos», asegura Mendoza que insiste una vez más en que «si quieren que dejemos de cazar que nos indemnicen por ello».
Menos subvenciones
La petición por parte de los ecologistas de prohibir la caza del lobo en Picos de Europa coincide además con el año en que los pueblos integrados en el parque nacional están recibiendo hasta un 60% menos de subvenciones por parte del Ministerio que otros años. «Si encima nos quitan la caza y permitimos el lobo termine con nuestros recursos, de qué vamos a vivir», insiste Alonso.
Los alcaldes denuncian que detrás de las exigencias de establecer estudios y planes conservacionistas para el lobo «se esconden profundos intereses económicos que nada tienen que ver con el ecologismo».