Un CSI en Picos de Europa
La Guardia Civil resuelve el caso de un ciudadano alemán desaparecido hace cinco años en Valdeón y cuyo cuerpo fue hallado en mayo del 2011 en Asturias.
Panorámica de Posada de Valdeón, donde se vio por última vez al ciudadano alemán.
La última pista de R.G.H., ciudadano alemán de 68 años, se perdió en julio del 2007 en Posada de Valdeón. Fueron los agentes de la Guardia Civil del puesto de esta localidad montañesa quienes identificaron entonces al hombre, vecino de Stuttgart, y quienes descubrieron que estaba siendo buscado en su país natal, donde su familia había puesto una denuncia tras su desaparición. Los agentes le hicieron partícipe de la situación y R.G.H. cogió su coche y se fue del pueblo. Casi un mes después el vehículo apareció abandonado en Soto de Sajambre. Y desde entonces, la nada.
La investigación se inició casi cuatro años después, el 8 de mayo del 2011, cuando un vecino que paseaba por el monte Moneru, próximo a la localidad asturiana de Argolibio-Amieva, encontró unos restos óseos humanos. El cuerpo colgaba de un haya. El paraje, situado a unos 25 kilómetros de Soto, se convirtió en el escenario de trabajo del equipo de la Policía Judicial de Llanes, que se hizo cargo del cuerpo y de los efectos personales. La inspección ocular y el informe forense avanzaron unos cuantos datos sobre la identidad del cuerpo: se trataba de un hombre de raza blanca, que medía entre 1,72 y 1,77 centímetros de altura, de entre 54 y 64 años de edad, con artritis y con una enfermedad crónica en las articulaciones sacro-iliacas.
Los agentes recogieron varias piezas dentales que fueron remitidas al Servicio de Criminalística. De ellas se consiguió extraer el perfil genético y éste fue cotejado con las distintas bases de datos para poder identificar al cuerpo.
Trascendentales en la investigación resultaron ser las gafas que se hallaron junto a los restos. Correspondían a una marca y modelo que no se comercializaba en España y cuyo periodo de venta al público fue muy limitado.
La línea de investigación se amplió y la Guardia Civil descubrió que las lentes habían sido vendidas en un establecimiento ubicado en la ciudad alemana de Sttutgart. La pista, una palabra grabada en la patilla que resultó ser el nombre del establecimiento de venta. Confirmado este extremo por los dueños de la tienda, los investigadores solicitaron la lista de clientes que habían adquirido este modelo de gafas en concreto, para comprobar sus identidades con la base de desaparecidos de la policía alemana. Fue en esta comparativa cuando se despejó la incógnita. Uno de los compradores figuraba en esa lista.
Ya sólo quedaba determinar que el perfil genético de los restos óseos recogido en el informe del Servicio de Criminalística remitido a la Comandancia de Gijón coincidía con el correspondiente al ciudadano alemán. Con la comprobación realizada, la Guardia Civil dio por concluida la investigación. Causa de la muerte: suicidio.