Peyuca: «Alonso se irá a su casa cuando diga la oposición, no cuando ella quiera»
Por el momento los grupos de la oposición, PP y PAL-UL, parecen no estar animados para presentar una moción de censura contra la alcaldesa de Astorga, Victorina Alonso, pese a que esta les propone «hacerlo si tienen una opción mejor de gobierno». Ninguno de los portavoces, ni el popular, Jacinto Bardal, ni el leonesista, Pablo Peyuca González barajan esta posibilidad. «La alcaldesa se irá a su casa cuando lo diga la oposición, no cuando ella quiera», afirmó Peyuca, quien cree que «Alonso quiere marcharse por el año que se le avecina, un 2013 en el que el Ayuntamiento tendrá que afrontar un pago de 2,2 millones de euros con un banco, gracias a la firma de un préstamo de la que ella fue copartícipe. Nosotros no vamos a asumir su irresponsabilidad. Son unos egoístas».
En una línea similar se sitúa Bardal, quien consideró que «la escasa dignidad política de la socialista se demuestra en que le da igual que la echen que no».
Una fisura que día a día parece hacerse más honda en el Ayuntamiento. «Sólo le estamos demostrando al equipo de Gobierno lo que hace mal, sino consensúa estando en minoría no habrá respaldo», apostilló Peyuca, quien reconoció que a principios de la legislatura le tendió la mano al equipo de Gobierno, «una relación que se ha roto por su culpa, el PAL continúa en la misma línea de independencia».
La oposición sigue pensando que Alonso les está echando un pulso que «va a perder y ya se demostró en el pleno del jueves, donde hizo un ridículo espantoso». Hecho que Bardal argumenta en que el gobierno municipal «no está para pedir que se deshagan cuestiones aprobadas, sino para controlar el urbanismo, la cultura, el turismo, los jardines...Esos son los problemas reales de los astorganos».
Peyuca más duro va un paso más adelante y recordó a Alonso que «las mociones que presentó a la última sesión eran de risa no por su contenido, sino por su forma. Fueron improvisadas y se llevaron para quedar bien de cara a la galería».
Unas relaciones municipales que aunque agonizan, necesitan de consenso. Aún así la oposición lanza otro mensaje al equipo de Gobierno, a quien consideran que «les queda mucho que sufrir, sino empiezan a gobernar con seriedad».