Diario de León

Un bazar de pimientos y mucho más

Los vecinos de Fresno de la Vega donan 4.000 kilos de la famosa hortaliza para la degustación popular.

Publicado por
A. Domingo | Fresno de la vega
León

Creado:

Actualizado:

Fresno de la Vega volvió a llenarse de gente en la última jornada de la Feria del Pimiento. El pueblo se quedó pequeño para que los turismos e incluso los autobuses, llegados en su mayoría de asturias, aparcaran en el gran rastro en el que se convierten sus calles.

Al amparo de la hortaliza no sólo se ofrecen en esta feria otros productos agroalimentarios, sino, también, hasta ropa, instrumentos de todo tipo e incluso juguetes y artesanía.

La jornada de ayer tenía en la pimentada popular su principal atractivo, organizada por la Asociación Fraxino, que ayer cumplió veinticuatro años ofreciendo esta degustación. Ya hay ideas para conmemorar las bodas de plata, pero habrán de concretarse en los próximos meses y, en cualquier caso, el añadido de la celebración dependerá de la disponibilidad de socios dispuestos a colaborar con la iniciativa, explicó ayer la presidenta, Consuelo Roldán.

Para la pimentada se han cortado este año 4.000 kilos del producto rojo, donados por los vecinos de Fresno, fritos después en dos inmensas paelleras. Alrededor de 65 socios de Fraxino han colaborado con la iniciativa, incluidos los más pequeños, que han hecho de la feria y del reparto de la generosa tapa de pimiento patrimonio del pueblo.

Para otras fiestas

Y es que si los pimientos y el pan se sirven gratis, no sucede lo mismo con la bebida y los huevos fritos, para el que le preste. «La caja de la asociación se hace con lo que sacamos hoy y con las cuotas a los socios, que son muy bajas», señala Roldán, que apunta que el número de asociados se sitúa alrededor de 285. La pimentada permite luego organizar, entre otras actividades, la cabalgata de Reyes, los Carnavales y, como este año, colaborar en los actos del tercer centenario de la declaración de Villa.

Sol, no mucho calor a mediodía y buen ambiente en las calles del pueblo, en las que en unos puestos se formaban colas para comprar —y no sólo pimientos, el queso y el bacalao también se revelaron como productos estrella— mientras que en otros la oferta no tenía el éxito esperado por el tendero, aunque se ofreciera al público el producto para probar.

tracking