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La Junta repetirá el análisis del agua en la zona de Castrocontrigo

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León

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Casi mes y medio después desde que se produjera la extinción del incendio declarado este verano en el municipio de Castrocontrigo, en la provincia de León, se mantienen las consecuencias del fuego en toda la zona, que sigue trabajando para conseguir recuperar la normalidad. Después de que a principios de septiembre se realizara un primer análisis de los acuíferos de la zona para poder detectar la salubridad del agua, la Junta de Castilla y León está esperando a que se produzca una temporada de lluvias, previsible en esta época del año, para llevar a cabo un segundo estudio en los acuíferos, según informa Ical.

El primero de estos estudios habilitó el consumo del agua sin la existencia de «ningún riesgo» para la población. Tan sólo se detectó cierta contaminación en un acuífero, aunque la existencia de un segundo en las proximidades, que se encontraba en buen estado para su consumo, no dificultó la ingesta de agua a los vecinos de esa zona afectada.

Ya con la realización del primer estudio, los peores presagios se hubieran materializado con la llegada de las lluvias, lo que habría arrastrado las cenizas acumuladas a los acuíferos, provocando previsiblemente importantes problemas de abastecimiento. Sin embargo, la falta de precipitaciones ha hecho que la normalidad haya sido en este mes la tónica predominante en este sentido.

Sin embargo, el riesgo continúa activo, y aunque no se anuncia de manera inminente, las lluvias se producirán en algún momento, y será después de éstas cuando se proceda a realizar un segundo análisis para determinar el estado en que se encuentran los acuíferos en la zona afectada por el fuego y sus proximidades, ya que el agua podría arrastrar las cenizas acumuladas a los acuíferos provocando problemas de abastecimiento.

Plan de la Junta

El servicio territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León elaboró un plan para inspeccionar, una vez que se culminara la extinción del incendio, todas las captaciones de agua de los pueblos afectados para asegurar su potabilidad y salubridad, aunque a principios del pasado mes de septiembre se podía garantizar que el agua era «bebible y potable».

El incendio de Castrocontrigo arrasó el pasado mes de agosto más de doce mil hectáreas, en el que se considera el incendio más devastador de los últimos diez años en la provincia y en toda de la comunidad.