Las Opas cobran por primera vez los cursos obligatorios para el agricultor
Los alumnos y las organizaciones agrarias asumen ahora el coste de la formación .
Las organizaciones profesionales agrarias (opas) han pasado de ofrecer cursos gratuitos a quienes se incorporan al campo y a los agricultores y ganaderos a no disponer de un solo euro de la junta de Castilla y León para su organización y tener que cobrar la matrícula a los alumnos. Y eso que se trata de formación necesaria para cobrar la subvención de inicio de actividad u obtener el carné de manipulador de productos fitosanitarios y zoosanitarios o el de transporte animal.
Mientras el año pasado las opas se repartieron cerca de un millón de euros para cursos en Castilla y León, según informó UCCL, repartidos en función de su representatividad y del grado de ejecución de los programas presentados en años anteriores, además de recibir también ayuda del Ecyl, este año buscan la fórmulas para financiar su oferta formativa, sabedores de que también la cuchilla del recorte se cierne sobre los únicos fondos que podrían recibir ahora, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Hasta el año pasado, los cursos de incorporación a la actividad agraria se subvencionaban en su totalidad. Ahora, Asaja, Ugal y UCCL estiman su coste en 150 euros para el alumno y otros tantos que asume la organización agraria por cursillista. Se trata de que con la matrícula se pague al menos el coste del profesorado.
Asaja finalizó ayer los cursos de incorporación que ha impartido en Santa María del Páramo y León, con una matrícula de 60 alumnos. La ayuda máxima por iniciar la actividad alcanza los 37.200 euros, destinados a la inversión necesaria para la puesta en marcha de la explotación. El sindicato agrario señalaba ayer que la supresión de las ayudas a la incorporación de los jóvenes al campo «se ha dificultado con la supresión de las ayudas al cese anticipado en la actividad agraria, ya que solían ser los destinatarios de las explotaciones de los que se jubilaban». Sin embargo, la crisis económica está animando a muchos jóvenes, «hijos de agricultores y ganaderos, a quedarse con la explotación familiar y plantearse el campo como opción de futuro». Asaja impartió el año pasado 21 cursos y este año se conforma con los que clausuró ayer «y algo más», en función del presupuesto del que disponga.
Por su parte, la UCCL impartió 20 cursos y este año trata de diseñar un programa similar con los fondos que puedan llegar del Ministerio de Agricultura.
Por su parte, el secretario general de Ugal-UPA, Matías Llorente, señaló que la organización de cursos «es imposible sin que el alumno aporte unos 150 euros y la organización agraria cubra la misma cantidad». Llorente destacó «la necesidad de disponer del curso de manipulado de pesticidas, si no, la sanción del Seprona puede ser muy gorda», añadió. Ugal impartió el año pasado 12 cursos y cifra entre 6.000 y 7.000 euros el coste de cada curso.