Entre paraguas y rayos de sol
La patrona de la maragatería vuelve a llenar Luyego de fe y tradición.
A la Romería de los Remedios sólo le faltó el buen tiempo del sábado. Parece que la salida de la procesión de la patrona de la Maragatería trajo el otoño a la comarca, a tenor de la lluvia que cayó justo antes de que comenzara el desfile.
Propios y extraños no quisieron perderse la salida de la Virgen y llenaron las calles de Luyego. Sin embargo, el mal tiempo provocó que el público marchara tras el acto principal de la jornada, dejando los actos de la tarde para los del pueblo y la merienda en la cesta, en vez de comerla en el campo, como aún hacen muchos.
Los de Luyego y la zona vistieron el traje maragato y las mujeres, también ataviadas como antaño, acompañaron a la Virgen, entonando sus cánticos, al son de la flauta y el tambor, y portando los arcos florales que preceden a la talla. Tras la misa se cantó el ramo.
Como todos los años, el templo de la patrona se llenó de velas suplicantes y las calles cercanas al santuario de puestos en los que adquirir los productos de la época, entre éstos los perdones (avellanas) y un sinfín de mercancías. Los artesanos tuvieron su espacio en el polideportivo, con el fin de concentrar los puestos de calidad.