La FOP considera que había que asumir el riesgo de soltar a la osa

La Fundación Oso Pardo (FOP) lamentó ayer la muerte de la osa Jimena , y reconoció que existían riesgos en el traslado del ejemplar y su puesta en libertad, aunque «merecía la pena» asumirlos ante la posibilidad de dotar a la subpoblación oriental de una hembra reproductora.

En un comunicado, La FOP destacó su apoyo a la intención de liberar a la osezna en la montaña oriental leonesa, que murió el viernes cuando se procedía a su traslado desde Burgos —allí permanecía desde que fue encontrada en Palacios del Sil a finales de abril—. «Era una exfelente oportunidad para reforzar la subpoblación oriental cantábrica, que cuenta solamente con 30 ejemplares», indica la nota de prensa, que señala además también las autoridades autonómicas y la comunidad científica respaldaron la iniciativa, al contrario de lo que ssucedió con Lara , una osa que se encontró en el occidente asturiano y que los científicos de Doñana desaconsejaban su suelta «con argumentos sorprendentes».

«A nadie se le ocultaba que era una operación con riesgos, pues a los problemas propios del manejo de un ejemplar salvaje se sumaba la juventud e inexperiencia de Jimena », explica la nota. Así, la muerte del animal supone «un triste final que lamentamos mucho», añade el escrito. La FOP se remite a los resultados de la necropsia para conocer las causas de la muerte de la osa, que ya había alcanzado 36 kilos de peso y un largo aproximado de un metro. La suelta se iba a realizar en el valle de Vallorza, en Portilla de la Reina (municipio de Boca de Huérgano). La fundación recuerda en su escrito la mala racha para la especie, que perdió un macho de 70 kilos atrapado en un lazo en la comarca asturiana de Cangas del Narcea. A este hecho se une el disparo, al parecer fortuito, de un cazador sobre un oso pardo, que resultó herido, el día 14, y la muerte, una semana más tarde de Güela , una hembra con más de 25 años, en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.