El municipio puede ser intervenido si ningún concejal quiere ser alcalde
La situación de ingobernabilidad que puede producirse en Valderas si los once concejales de la Corporación mantienen su acta, pero renuncian al cargo de alcalde, va camino de convertirse en el primer caso español de un ayuntamiento incapaz de elegir a su regidor. Según reconoce la Junta Electoral Central, con sede en Madrid, sería algo «tan insólito, que tendríamos que estudiarlo con atención para determinar qué hacer, porque no nos hemos encontrado algo igual». El órgano no descarta, si llega esa tesitura, el recomendar una intervención del Ministerio de Administraciones Públicas para tutelar el Ayuntamiento.
Lo único claro, según marca la ley, es que el puesto de alcalde sólo puede estar vacante 10 días. De modo, que debe convocarse en ese plazo la sesión plenaria de elección del nuevo regidor. El calendario indica que el pleno extraordinario tendría que celebrarse como tope el próximo viernes día 16, ya que Cristina López presentó su renuncia en el registro el pasado lunes.
Es más, el tiempo legal empieza a contar al día siguiente de su renuncia voluntaria (excepto domingos), y en el mismo acto plenario la ex alcaldesa puede dar a conocer que abandona el puesto y votarse al nuevo alcalde, explican.
La Ley de Régimen Electoral indica que, automáticamente, los cabezas de lista de cada grupo político serían los candidatos al cargo. Ahora bien, pueden renunciar, siempre que lo hagan por escrito en el Ayuntamiento o en voz alta en el Pleno. La pelota saltaría entonces a los segundos de la lista, y si renuncian, seguiría pasando en cadena al tercero, cuarto... hasta agotar las posibilidades.
Con un solo voto
Para nombrar nuevo alcalde, en primera instancia, se necesita mayoría absoluta; en las siguientes votaciones, sólo mayoría simple. La Ley señala que el quorum mínimo para designar regidor es de tres concejales, así que, aunque faltaran ocho ediles a esa sesión plenaria, se podría seleccionar al próximo alcalde. Incluso un concejal podría coger el bastón de mando autoproclamándose con su único voto.
La Junta Electoral Central también aclara que, pese a lo anómalo del caso que podría darse, el Ayuntamiento «no puede disolverse o nombrar a una comisión gestora, mientras haya tres concejales con acta». Hasta la fecha, la situación de Valderas no ha llegado al órgano, «porque la Corporación sigue completa, sólo lo conoceríamos si algún concejal renunciara a su acta», especifican, para lo cual harían correr la lista de suplentes y otorgarían las actas de nombramiento.
Varios secretarios municipales de ayuntamientos leoneses consultados entienden que el verdadero problema de Valderas es económico, dada la dificultad de resolver a corto o medio plazo una deuda de cuatro millones de euros. Lo que podría sumar a la intervención de Administraciones Públicas, la del Ministerio de Economía, como sólo ha ocurrido en España con Marbella, aunque por otros motivos».