El estudio del caso permitirá mejorar el manejo de animales silvestres
La comunidad científica y la Junta de Castilla y León habían conocían el riesgo que suponía el traslado y la puesta en libertad de la osa, pero se estimaron mayores los beneficios que reportaba la vuelta de Jimena al hábitat de la especie para su conservación. La Fundación Oso Pardo (FOP), creada hace 20 años para el estudio y conservación del oso también había mostrado su apoyo a la frustrada operación. Pese a la decepción que supuso la muerte del animal en su traslado, al menos queda la esperanza de que el estudio del caso «servirá para mejorar el protocolo» que se aplique en estos casos, más teniendo en cuenta que se trata del ejemplar más joven al que tratan de reintroducir en la naturaleza, según manifestó ayer el jefe del Servicio de Espacios Naturales, Ignacio Molina.
El traslado del ejemplar de Burgos a Portilla de la Reina se realizó el 26 de octubre. El cortejo partió del CRAS de Burgos a las 10.45 horas y llegó a Boca de Huérgano sobre las 13.15. Los vehículos se dirigían al valle de Vallorza por una pista forestal cuando los responsables del traslado dejaron de percibir el movimiento que se había notado en la caja durante el trayecto, por lo que pararon para comprobar el estado del animal. Al abrir la caja recibieron la peor noticia posible.