Los vecinos evitan que el fuego en una cochera calcine una vivienda

El fuego desatado ayer en una cochera de la localidad de Quintana de Raneros, donde residen 311 habitantes, puso de manifiesto las tensiones que existen entre las administraciones para atender las emergencias por incendio. Las llamas del local, ubicado cerca de las instalaciones de Asprona y del campo de fútbol, en la calle Camino de Antimio, provocaron una densa humareda al filo de las once de la mañana que puso en alerta a los vecinos de este pueblo del área metropolitana leonesa ubicado a 22 minutos del centro urbano. En seguida avisaron al Cuerpo de extinción de incendios, aunque con nulo éxito, ya que los efectivos del parque habían recibido la orden inicial de no acudir. Ante la negativa, la alcaldesa de Santovenia de la Valdoncina, Mireya Pigere, decidió telefonear a su homólogo de León capital para pedirle ayuda. Emilio Gutiérrez se hizo eco de la solicitud y autorizó la salida, según reconocen los propios Bomberos, que terminaron llegando al lugar del siniestro en el alfoz tres cuartos de hora más tarde.

«Por suerte, las llamas no se extendieron a la vivienda anexa, en la que, además, no había nadie en ese momento», reconoce la alcaldesa, quien destacó la impotencia que sintieron al principio. Hasta la zona del incendio se desplazaron el gerente y varios miembros del personal del centro de Asprona, así como otros vecinos de Quintana que emplearon sus propias mangueras para controlar las llamas. También llegaron con rapidez los agentes de la Guardia Civil de Armunia y, tras la orden del alcalde de León, una dotación de Bomberos.