Los descansos de las líneas de larga distancia causan el cierre de la estación
Los autobuses realizan ya la parada técnica en Ponferrada y Villalpando.
Un autocar llega a la terminal del Grupo Alsa en La Bañeza.
El traslado de las paradas técnicas que los conductores de líneas de largo recorrido realizaban en la terminal de autobuses de La Bañeza es la principal causa de que el Grupo Alsa haya decidido el cierre de su estación, según explicó el alcalde de La Bañeza, José Miguel Palazuelo, que considera que esta semana será decisiva para conseguir que el área de servicio siga abierta.
Las líneas que hasta el momento utilizaban la terminal bañezana como lugar de descanso permanecían entre media hora y tres cuartos en ésta, «momento en el que los viajeros podían hacer uso de los servicios» de —restaurante, cafetería y tienda, principalmente—. Palazuelo señaló que los recorridos que paran en La Bañeza tiene como destino La Coruña y el Principado de Asturias, con la terminal bañezana, a medio camino».
Sin embargo, «la normativa les da margen para que esta parada técnica, obligatoria cada cuatro horas, se realice en Ponferrada y esto supone un ahorro para la compañía, ya que muchos conductores son vecinos de Ponferrada y si se realiza un cambio de conductor en La Bañeza tienen que pagarles unas dietas que no abonan si el trabajador se marcha a su casa», explicó.
También cabe la posibilidad de que las líneas de largo recorrido que ahora descansan en La Bañeza lo hagan en el área de servicio que tiene el grupo en Villalpando.
El regidor indicó que la supresión de líneas que se ha realizado este año al caer las subvenciones de la Junta de Castilla y León no es el problema, «aunque sí que temen la competencia que pueda suponer en el futuro el tren de alta velocidad a Galicia». Según le han explicado desde el «los números de la terminal no les cuadran, aunque quizá no les hayan cuadrado nunca y está claro que la estación no es rentable sólo con las líneas de la comarca», indicó el regidor. Palazuelo señaló que los responsables de Alsa con los que ha abordado el cierre de la terminal no le han precisado si el desfase al que se refieren, que ya se habría producido en los dos últimos ejercicios, supone unas pérdidas o una baja rentabilidad. Por otra parte, el alcalde tampoco conoce los planes de la compañia con respecto a los trabajadores de la terminal, en cuanto a si los recolocarán en otras áreas de servicio o perderán su empleo.
La estación cuenta con una plantilla de once trabajadores, reforzada por otros tres durante el verano. Ofrece los servicios de venta de billetes, cafetería, restaurante, autoservicio, aparcamiento privado y cajero automático y la gestiona la empresa Serviareas 2000, S.L.U., que opera bajo la marca comercial Exit.