«Si este mes no hay una solución, habrá un ERE general en el carbón»

Meses sin respuesta y un inicio de ejercicio crucial sin marco legal al que aferrarse. Sólo el convencimiento de que la determinación del Gobierno es atenazar al sector del carbón. Las empresas mineras están afrontando el drástico cambio de escenario de distinta forma, pero tienen un convencimiento común, que expresa un responsable de una de las compañías: «Si este mes no hay una solución, habrá de nuevo un ERE generalizado en el sector».

En la provincia operan seis compañías bajo distintas sociedades. Las tres más grandes, el Grupo Alonso, la Hullera Vasco Leonesa y el Grupo Viloria; pero también Carbones de Arlanza, Carbones del Puerto o Carbones San Isidro y María, pequeñas pero con cupo en el incentivo al consumo del carbón nacional.

Desde la Hullera Vasco Leonesa se espera con expectación la toma de contacto con el nuevo secretario de Estado de Energía, apurando la decisión de tomar medidas en el empleo si las ayudas siguen sin llegar, la facturación paralizada y la perspectiva de futuro indefinida. El grupo de la familia Del Valle cuenta en la actualidad con unos 470 trabajadores en la plantilla propia (medio centenar menos que los que tenía hace un año); pero suma otro millar de puestos de trabajo entre las contratas y las empresas auxiliares. Las subcontratas son las primeras que notan las dificultades, pero la situación de la empresa es límite en general.

A falta de cerrar el ejercicio del 2012, en los nueve primeros meses su cifra de negocio se redujo un 27% y las ayudas un 63%; con un resultado de explotación negativo en ocho millones de euros. frente a los 2,5 millones de beneficios del mismo periodo del 2011.

En el caso del grupo del empresario Manuel Lamelas Viloria, más de un centenar de sus alrededor de 300 trabajadores se encuentra actualmente en ERE de suspensión temporal. El empresario calcula que en el último ejercicio ha perdido alrededor de un 30% de la plantilla que sumaban sus explotaciones en el 2011. Convencido de que finalmente habrá medidas de apuesta decidida por el carbón, como están haciendo otros países, reconoce sin embargo que la situación se está volviendo insostenible, y que sin actividad ni previsión no puede mantenerse indefinidamente el empleo.

Poca actividad, indefinición permanente sobre el futuro, reducción de los cupos y las ayudas en el 2012 e incógnita sobre las asignaciones para un 2013 que arrancó hace ya casi una semana. Con estos mimbres la voluntad unánime de los empresarios mineros leoneses de mantener sus negocios, aunque sea ajustando las condiciones, se estrella una y otra vez contra el ostracismo de quien regula a golpe de decreto. Son ya muchos meses clamando por una respuesta que no llega. Pero los recrotes en el empleo ya están aquí.