Fapas ve «una barbaridad» que permitan la caza con perros en las zonas oseras
. . Considera que estas prácticas influyen en que la población de plantígrados no evolucione favorablemente.
El presidente del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), Roberto Hartasánchez, critica que la Junta de Castilla y León autorice la caza con perros de agarre en los cotos limítrofes con las zonas oseras. En declaraciones a Efe, Hartasánchez asegura que la política de permisos de caza en la Comunidad, pese a ser legal, es «una auténtica barbaridad y atenta contra la conservación del oso pardo».
Para el presidente de Fapas, que la institución autonómica autorice estas batidas, supone «una situación verdaderamente insólita y engañosa, ya que Castilla y León recibe muchos millones de euros de Europea para la conservación del oso».
Hartasánchez subraya que en los rastreos pueden llegar a participar hasta noventa perros de razas consideraras especialmente peligrosas que persiguen todo tipo de fauna salvaje de la zona y que pueden localizar a crías de oso y matarlas. Al respecto, asegura que este tipo de caza «puede ser una de las causas por las que la población de oso pardo no evoluciona favorablemente en la zona oriental de la cordillera Cantábrica».
En este sentido, el presidente de Fapas recalca que los últimos trabajos de identificación genética realizados sobre una buena parte de la población osera cantábrica ponen de manifiesto que el fenómeno de la incomunicación entre las dos poblaciones de osos que habitan en la cordillera no existe.
Resultado
Hartsánchez reseña que, «pese al constante viaje de ejemplares entre comunidades, la población en Castilla y León sigue siendo estable o disminuye», y asegura que los estudios genéticos ponen de manifiesto que la población osera de la zona oriental sufre «una contante mortandad» que la impide recuperarse.
Por último, Hartasánchez indica, en la misma entrevista, que «el fenómeno no es nuevo», ya que «desde hace más de una década, la aparición de osos muertos en la Comunidad se repite permanentemente, asociadas siempre a causas condicionadas por el ser humano, especialmente veneno y muertes por disparos».