Veguellina de Órbigo
Muere arrollada por un mercancías
La víctima, de 62 años y natural de Robledo de Caldas, cruzaba la vía con la barrera bajada y no se percató de la llegada del convoy ni de los avisos de otros peatones.
Una mujer de 62 años falleció ayer arrollada por un tren de mercancías en el paso a nivel que separa las calles de La Bañeza de la de Pío de Cela en Veguellina de Órbigo (municipio de Villarejo de Órbigo). La finada es Josefa Gutiérrez Ordóñez, de 62 años, natural de Robledo de Caldas (Sena de Luna), que hacía cuatro o cinco años que pasaba los inviernos con una de sus dos hijas en la localidad ribereña.
Pasadas las doce del mediodía la mujer comenzó a cruzar el paso a nivel de la línea férrea Palencia-La Coruña para alcanzar la calle de Pío de Cela. Según los testimonios recogidos en el lugar, las barreras ya habían bajado ante la llegada del mercancías y las señales luminosas indicaban la prohibición de paso. Sin embargo, la mujer continuó avanzando sin que, al parecer, advirtiese el peligro.
Al parecer, el tren alcanzó de lleno a la mujer, cuyo cuerpo sufrió diversas mutilaciones y quedó tendido entre los raíles unos 80 metros más allá del punto por el que cruzaba. El mercancías, que había advertido a la fallecida de su llegada con señales sonoras, se detuvo a la altura del puente de la carretera La Bañeza-La Magdalena.
Los empleados del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) de la estación de Veguellina dieron aviso del suceso al Servicio de Emergencias 112, que dio parte a la Guardia Civil y envió un equipo médico del centro de salud de la localidad. El personal sanitario tan sólo pudo certificar el fallecimiento de la mujer.
El momento más duro
Los instantes más tensos se produjeron cuando llegaron al paso a nivel la hija de la finada y una hermana suya, que no pudieron contener su emoción y precisaron de la ayuda de los amigos de la familia.
El accidente cerró al tráfico la línea de ferrocarril, donde permaneció el cuerpo de la difunta hasta pasadas las dos de la tarde. Además, la máquina sufrió una pequeña avería a consecuencia del impacto que fue necesario reparar antes de que volviera a emprender la marcha. El convoy estaba formado por once vagones.
El corte de la línea obligó a permanecer parados en la estación de Veguellina a un tren regional y al Alvia que cubre el trayecto entre La Coruña y Barcelona, que acumuló un retraso superior a una hora en su llegada a la estación de León.
Además de los agentes del puesto de la Guardia Civil de Veguellina, hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Judicial de la Comandancia de León, con el fin de instruir el atestado correspondiente. Cerca de las dos de la tarde llegaba a Veguellina un equipo del Instituto de Medicina Legal de León, que inspeccionó el lugar y procedió a levantar el cadáver.
Eran las dos y veinte de la tarde cuando se restablecía el tráfico en la línea Palencia-La Coruña. Las barreras, volvían a bajar y se activaban las señales luminosos que prohiben el paso. Pese al suceso reciente una mujer joven omitía las señales y se colaba entre las barreras, esta vez, sin consecuencias.