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Las últimas lluvias encarecen la cosecha con la proliferación de plagas

Los agricultores deberán usar fungicidas para acabar con la roya y septoria.

Publicado por
sara lópez | redacción
León

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La situación actual del campo, tras las intensas lluvias registradas últimamente, más las altas temperaturas de esta semana, permite vaticinar una buena cosecha de cereales. Según indicaron los representantes de los sindicatos agrarios, Asaja, UCCL, y Ugal-Upa, el estado de este cultivo, tanto de el de secano como el de regadío es «óptimo», lamentado únicamente la aparición de alguna que otra enfermedad sobre las plantas. «El estado de todos los cereales es muy bueno, a excepción de la cebada que ha sido el más perjudicado por las lluvias. Además, las fuertes precipitaciones han generado mucha humedad en el campo, que junto al calor han producido plagas como la roya o la septoria que afecta a varios cultivos», explicó el secretario general de Ugal-Upa, Matías Llorente.

Asimismo, las lluvias además de generar un coste adicional para los agricultores, ya que tendrán que realizar tratamientos especiales sobre las plantas con fungicidas, auguran una buena campaña de regadío. «Está claro que si no hubiera llovido tanto no se habrían generado esos hongos en los cultivos, aunque por otra parte en la zona del Órbigo no habrá que hacer ningún desembalse, con el agua que viene del río será suficiente», matizó el coordinador provincial de UCCL, Juan Antonio Rodríguez.

Por su parte, el secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, lamentó la existencia del clima «tan extremo» que sufre León, ya que muchos terrenos que actualmente se encuentran con una tierra muy húmeda, en unos meses estarán «absolutamente secos». «Ahora mismo no hay falta de agua, pero el clima en esta zona es muy brusco, pasa de un extremo a otro, por lo que en unos meses la tierra estará muy seca», concretó Turrado.

En lo referente al abonado, los tres sindicatos agrarios coincidieron en que el tiempo registrado durante las últimas semanas ha retrasado la labor de abonar en torno a dos meses. «Hay muchos terrenos en los que no se ha podido realizar el abonado con nitrógeno, un trabajo que se va a llevar a cabo casi dos meses despúes de cuando corresponde», indicó el secretario general de Asaja.

En cuanto a los cultivos que ya han sido abonados, Rodríguez señaló que existe «una diferencia abismal» con los que por su parte no lo han sido. «Se nota mucho el cereal que ha sido abonado y el que no, pues el primero tira más», incidió.

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