Seis heridos al chocar un vagón que se había soltado con el resto del convoy

Seis personas resultaron ayer heridas leves al desengancharse un vagón de un tren de vía estrecha, que cubre la línea entre León y Bilbao en un tramo situado entre La Vecilla y La Mata de la Riba. Según se informó desde Renfe-Feve el accidente tuvo lugar a la 10.00 horas y se produjo tras la colisión entre los dos vagones del mismo convoy. Precisaron que no se había producido descarrilamiento y lamentaron lo ocurrido, por lo que solicitaron disculpas a los afectados.

El convoy estaba formado por dos unidades y la de atrás se soltó, por causas que se desconocen y que ya se están investigando, impactando posteriormente con la unidad principal en una zona de bajada, causando que ambas quedasen empotradas una contra la otra.

Tras el accidente una llamada alertó del suceso al Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León, solicitando asistencia médica al haberse producido heridos. La sala de operaciones del 112 dio aviso del incidente a la Guardia Civil de León y a Emergencias Sanitarias-Sacyl, que envió hasta el lugar dos ambulancias de soporte vital básico de Boñar y Cistierna, un equipo médico del centro de salud de la localidad de Boñar y un helicóptero medicalizado. Tras ser atendidos los heridos, cuatro de ellos fueron trasladados hasta el hospital de León, una mujer de 58 años, cuya identidad respònde a las iniciales F.B.M.R., y tres varones de 33, 34 y 35 años, cuyos nombres se corresponden con las iniciales E.G.A., G.H.M. y J.L.G.G. El conductor del convoy, herido en un hombro, fue atendido por el equipo sanitario, pero permaneció en el lugar del accidente hasta la llegada de los responsables de Renfe-Feve. El sexto herido se quejaba de dolores en la cabeza y fue trasladado por un familiar a su residencia.

Los heridos se mostraron muy nerviosos y los tres jóvenes preguntaban por las bicicletas de montaña que habían quedado en el convoy tras el accidente. Los tres iban a pasar una jornada de ruta de montaña.

La vía permaneció un total siete horas cortada hasta que fue posible remolcar los dos vagones hasta la estación de Boñar por un par de máquinas procedentes de la estación de Cistierna. Fueron éstas las encargadas de desacoplarlas.

Tras separar las dos unidades se llevó a cabo sobre el terreno un estudio por parte de los responsables de Renfe-Feve de lo que podría haber ocurrido para que el vagón trasero se desprendiese de la unidad delantera. Los mayores daños se registraron en la unidad trasera que fue la que impactó sobre la delantera. Aquella unidad presentaba la rotura de uno de los ventanales de la zona de pasajeros.

Tras el choque, el convoy se detuvo unos cincuenta metros más adelanmte del punto de colisión, donde los restos de parte de las dos unidades del convoy del tren dejaban constancia del lugar en donde se había producido el golpe de la unidad desprendida contra la unidad delantera.