La cofradía de La Cañamona expulsa al mayordomo «por sustraer» 15.104 euros

La Cofradía de Nuestra Señora del Rosario (1595), encargada de organizar los festejos de La Cañamona desde hace 418 años en Matanza de los Oteros, acaba de expulsar a su mayordomo, G.R., de 43 años, tras detectar que han desaparecido 15.104,19 euros de sus ahorros. Los cofrades comprobaron a finales de abril, tras reunirse para celebrar las procesiones de Semana Santa, que la cuenta de la hermandad «estaba casi vacía», ya que sólo figuraba en ella una cantidad insignificante de 150 euros.

«Tras la enorme sorpresa que nos llevamos», asegura uno de los directivos de la cofradía, José Luengos, «llamamos a ‘capítulo’ al custodio de las finanzas el 4 de mayo para preguntarle dónde estaba el resto del dinero. Nos aseguró que sólo lo había cambiado de banco para obtener mayores rendimientos y le dijimos que no podía hacer éso, salvo que hubiera un acuerdo de toda la junta de la cofradía».

Al día siguiente, G.R. aceptó firmar un documento para evitar que los cofrades iniciaran acciones legales contra él, en el que reconoce que se «apropió indebidamente» de los fondos de la cuenta bancaria de la cofradía aprovechando su condición de mayordomo. En concreto, extrajo tres cheques de 8.000, 1.000 y 400 euros «para su uso personal», admite, y no ingresó la recaudación en metálico de la venta de las avellanas (5.271 euros) y de los cepillos de las misas ofrecidas en la ermita (328 euros) en las fiestas del 2012, que también «retuvo para su uso personal».

La hermandad de Nuestra Señora del Rosario decidió darle un voto de confianza y le concedió de plazo hasta el día 10 para reintegrar las cuantías. Al incumplir su palabra, la junta de la cofradía optó el pasado sábado por expulsar a G.R. del seno de la hermandad y del cargo de mayordomo que ocupaba desde hacía siete meses.

Denuncia a la autoridad

Según consta en el acta de la sesión, ante la sustracción del dinero y cumplido el plazo dado para devolverlo, «se acuerda la expulsión». La junta explica, además, que adoptarán todas las medidas oportunas para recuperar sus ahorros. Entre ellas, «denunciar ante la autoridad competente» al ex mayordomo «por apropiación indebida». Luengos lamenta «las mentiras que nos fue diciendo, que si había problemas con el banco para sacar el dinero, que necesitaba un día más, otro...».

También se hace eco del sentir de la localidad y de los cofrades, «que están muy indignados, porque los 15.104 euros obtenidos las cuotas que pagamos y que se van acumulando por si hace falta reparar la ermita».

El día 25, la junta de la cofradía ha convocado a los vecinos para explicarles la situación y los pasos que han dado. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con G.R. en reiteradas ocasiones sin éxito. Al parecer, vive con sus padres de forma continuada en el pueblo desde que hace 8 años, tras trasladarse desde Mieres donde regentó una empresa. Actualmente operaba como agente comercial.

Como mayordomo debía atender durante un año las obligaciones de la cofradía e invitar a los hermanos el día grande de la fiesta, en octubre, a una merienda, donde se reparten las tradicionales avellanas, pastas y vino. Fue elegido por ser el mayor de los jóvenes cofrades, ya que hasta hace una década sólo podía ostentar el cargo vecinos con más de 50 años.