En 2001 se selló la sima y se inició una lucha de la memoria histórica

Ana Aida del Campo, secretaria de la asociación «Agrupación Grajero» junto a la placa que cubre la entrada al Pozo Grajero hizo un repaso histórico de este acto. Un 14 de julio de 2001 se selló a única parte que quedaba abierta de esta sima y se realizaban el primer acto de recuerdo a los que allí abajo habían sido asesinados por defender sus ideales. Fue el primer acto que se llevaba de estas características en la provincia de León.

Recordó que en 1998 la Guardia Civil del Greim sacaron unos huesos sueltos que había en la parte superior de la sima. Se habló en un primer momentos de restos de republicanos, todos hombres. Pero había restos de cuatro fémures de mujeres. «Empezamos los que por familia algunos de nuestros familiares había sido represaliados como mis dos abuelos. Hablando con la gente dos dijeron bajito que este pozo siguió funcionando mucho tiempo después de haber terminado oficialmente la Guerra Civil. Venían incluso en camiones a tirar aquí gente», según Del Campo quien precisó que no hubo forma de que las autoridades le permitiesen o bien sacar los huesos del Pozo Grajero o devolver al pozo los que habían sacado y sellar la sima. Las autoridades, dice, que no querían ruido sobre este tema y lo zanjaron enterrando los huesos extraídos del Pozo Grajero en el cementerio de Lario como una plaza con nuevo nombre de hombres. A partir de ahí se puso en marcha los actos del Pozo Grajero. «Año tras año seguimos luchado por recuperar la memoria y los valores republicanos que es el motivo por el que mataron a todos los nuestros y a los que no tenía ideología», según Ana Aida.