Cuatro siglos en cinco paños
El pendón de La Bañeza lucirá junto a otros 35 estandartes en la Plaza Mayor.
El pendón bañezano será el último en entrar a la plaza.
Inmóvil, con el espíritu alertagado y los años de gloria acumulando polvo e historias que generaciones enteras se quedaron sin escuchar. Así permanecía el Pendón de La Bañeza hasta que en el 2010 las instituciones decidieron rescatarlo del olvido, renacer auspiciado bajo el pretexto de una Fiesta de las Comarcas a la que muchos auguraban un futuro incierto, pero que cautelosa y, por qué no decirlo, con paso firme, camina ya hacia su cuarta edición.
400 años sin ondear se antojaban excesivos hace cuatro años e incluso hoy en día, por eso mañana lo hará nuevamente arropado por otras 35 localidades vecinas que a su vez sumarán sus respectivos pendones y pendonetas. Una interesante y espectacular comitiva que peregrinará, mediadas las 11.00 horas, desde el Polígono de la Sementera hasta la Plaza Mayor bañezana. El trayecto les conducirá por la Nacional VI en dirección a Astorga. A la altura de la rotonda del Eroski tomarán la calle General Benavides y posteriormente la calle Astorga, minutos antes de hacer su entrada triunfal.
Una vez en la plaza, donde suelen concentrarse la mayor parte de los vecinos y turistas, cada pueblo participante hace gala de sus habilidades con el remo y la vara. Acompañados por la música de los tambores, dulzainas, panderetas y castañuelas, los pendoneros lucirán al máximo el esplendor de telas y colores. Los porteadores tiran de todo su repertorio, cogiendo el pendón a una sola mano, colocándolo sobre la barbilla, entrando de rodillas o pujándolo mientras un joven se sube por la vara.
El último en entrar será el Pendón de La Bañeza, que está compuesto por una vara de 10 metros de altura así como de cinco paños que alternan los colores fucsia y verde. Su diseño es fruto de las informaciones facilitadas al Ayuntamiento por el historiador Alejandro Valderas, pues del pendón original se desconoce casi todo.
Paellada popular
Terminado el encuentro, los cerca de mil participantes en la fiesta y quienes deseen acompañarles se dirigirán rumbo al Jardincillo, donde les espera otra de las tradiciones que se impusieron en el 2010; una gran comida de hermandad con la paella como plato protagonista otra vez. Los comensales están citados para las tres en punto de la tarde. Viendo el éxito que tuvo el año pasado, repite experiencia el pequeño mercadillo artesanal, cuyos puestos están instalados junto al gran comedero improvisado para la fiesta.
Dulces, artesanía relacionada con la madera, el barro o instrumentos musicales son algunos de los productos que esperan comprador.
El día acaba con música
Los leoneses Plaza Mayor pondrán el broche de oro a la jornada gracias a un concierto de música tradicional previsto para las 18.30 horas. El grupo se ha centrado siempre en la recuperación de viejas canciones tradicionales (jotas, romances, canciones de ronda, etc), a menudo caídas en el olvido, buscándolas a lo largo de toda la geografía castellano leonesa y aprendiéndolas directamente de las personas que siempre las han cantado y quienes, a su vez, las oyeron de boca de sus padres y abuelos.