la bañeza
La Cabrera y su entorno más dulce
. El confitero Sergio González abre las puertas de su negocio a la colección de pinturas de Severino Carbajo .
Un momento de la inauguración de la muestra.
Pasteles, sí, y arte, también. Esta es la mezcla que desde ayer se respira en la Confitería Conrado, que siguiendo con el ciclo de exposiciones ha abierto sus puertas a la colección de pinturas sobre La Cabrera, del artista Severino Carbajo.
El confitero e impulsor de estas iniciativas, Sergio González, explicó que «el objetivo es acercar la cultura y nuestras raíces a la gente de a pie, además de ampliar la oferta de la ciudad». Así, junto a los pasteles y los turrones ya lucen las obras de Carbajo.
La muestra, abarrotada de público, contó con los folcloristas Ángel María Trilla y Felicidad Ballesteros, que pusieron el canto y la vestir tradicional. Además, la presentación se hizo en español y en leonés, gracias a Charo Martínez, aunque este hecho, según el confitero, «está desvinculado de la política. Es un acto cultural dentro de otro», precisó.
Severino Carbajo matizó que su obra es realista. «Desde cerca está deshecha pero al alejarse todo está perfectamente compuesto». El artista, argumentó que en sus pinturas la luz y el color tienen más importancia que el paisaje o la etnografía, aunque todos los detalles están cuidados, incluso el montaje de los cuadros.
El pintor, y su mujer, Pilar Ortega, abandonaron Madrid hace 39 años para vivir en Truchillas. «Nuestra vinculación con La Bañeza es enorme por las amistades y por el comercio», confesaron. De hecho, esta exposición, ya pasó por la ciudad.