Los ladrones dan las campanadas
Aprovechan la ausencia de los moradores de cinco viviendas unifamiliares de Veguellina de Órbigo y Matalobos del Páramo para robar el dinero y las joyas.
Cinco viviendas robadas es el saldo que arroja el cambio de año en Veguellina de Órbigo (término de Villarejo) y Matalobos del Páramo (municipio de Bustillo). Ambas localidades distan entre sí unos 6,5 kilómetros y en todos los casos se aprecia un mismo sistema para cometer el ilícito penal. Los ladrones, aprovecharon que los moradores de las viviendas asaltadas habían salido de casa con motivo de la fiesta para introducirse —forzando una ventana, por lo general— en los domicilios y hacerse con dinero en metálico y joyas. Si bien no parece que en ninguno de los robos se hayan conseguido importantes botines, deshacerse de las joyas es relativamente sencillo.
Y es que no sólo los servicios básicos, de urgencias y de ocio trabajan en fechas tan señaladas. Los delincuentes saben que la cena de Nochevieja y la posterior celebración mantienen alejados de sus hogares a un buen número de personas y decidieron poner en marcha sus ilícitos propósitos en la noche de cambio de año, en la que, además, la frecuencia de los desplazamientos por carretera sirven de tapadera a quienes en otras noches serían claros sospechosos.
Los robos en Veguellina de Órbigo se localizaron todos en la zona del aserradero —entre la avenida de La Bañeza y la circunvalación de la carretera de La Magdalena. En los tres casos se trataba de viviendas unifamiliares exentas y los asaltantes entraron por los puntos más escondidos a la vía pública. Los domicilios se encontraban vacíos en el momento del robo. En cuanto a los casos de Matalobos del Páramo, se puede añadir lo mismo. Una de las viviendas se encontraba vacía por habrese reunido toda la familia en otra, mientras que el propietario de la otra se encontraba en Veguellina de Órbigo, disfrutando del ambiente de fin de año.
Hechos similares
Todos los indicios hacen pensar en que fueron las mismas personas las que cometieron los cinco robos, aunque no se ha podido confirmar este extremo.
El modus operandi coincide también con el utilizado en casa del alcalde de Villaornate, donde el ilícito se produjo a principios de diciembre y en un corto espacio de tiempo, así como con los de otros dos chalés de La Bañeza, asaltados hacia el día 20, y el que sufrió el Ayuntamiento de Villamañán según comenzó diciembre. Entonces, el regidor, Segundo Tejedor, solicitó más seguridad en el municipio, que para entonces había sufrido cuatro robos.