El subdelegado admite que hay «alarma social» por la oleada de robos en el campo

El balance de los delitos en el campo de la provincia de León durante el pasado año fue «favorable», al registrar una «disminución global» en términos absolutos. Así lo aseguró ayer el subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien aseguró que se ha generado una «alarma social». El subdelegado matizó que en algunas localidades se ha detectado una acumulación de hechos «en muy poco tiempo», aunque todas ellas en conjunto han sido «inferiores al año anterior».

Ante esta situación, Suárez-Quiñones alabó la reacción de la Guardia Civil a la hora de organizar un despliegue especial, lo que ha permitido poner en práctica un patrullaje en las zonas donde se ha registrado una «alarma social», como es el caso del sur de la provincia de León, una situación que, a juicio del subdelegado, es «más subjetiva que objetiva».

Respecto a las fuerzas y cuerpos de seguridad en la provincia, Suárez-Quiñones explicó que no se ha producido reducción, ni recorte en materia de seguridad, aspecto en el que la situación de los efectivos es «cercana a la óptima». No obstante, el subdelegado del Gobierno recordó que la provincia cuenta con un total de cuatro Comisarías de Policía, en concreto en León, Ponferrada, Astorga y San Andrés del Rabanedo.

La Relación de Puestos de Trabajo (RPT), tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional, está «tal y como estaba», únicamente con «movimientos de personas que van y vienen» como consecuencia de jubilaciones, traslados e intereses varios. De hecho, Suárez-Quiñones explicó que la provincia tiene el catálogo de efectivos cubierto en un 95 por ciento. En lo que al a Guardia Civil se refiere, recordó que se trata de un cuerpo «en concepto flexible» y que tiene los efectivos necesarios «cuando es necesario», con posibles repuntes en situaciones concretas, como es el caso de los recientemente creados equipos Roca, concluyó.