Diario de León

El acusado del triple crimen a cuchilladas de Degaña se sienta en el banquillo

Juicio por la muerte del novio de su ex mujer, su ex suegro y su ex cuñado

La casa de los Brugos, que asaltó José Manuel Álvarez (derecha) el 23 de mayo de 2011.

La casa de los Brugos, que asaltó José Manuel Álvarez (derecha) el 23 de mayo de 2011.

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P. Infiesta/A.Domingo | Redacción
León

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¿Cuerdo o loco?, ¿crímenes premeditados o fruto de un arrebato?. Esas dos cuestiones planean en la sala de la Audiencia Provincial de Oviedo donde se juzga al leonés José Manuel Álvarez, de 44 años, por el triple crimen cometido durante la madrugada del 23 de mayo de 2011 en la vivienda que poseía en Degaña (Asturias) su ex mujer, la concejala socialista Silvia Brugos.

El 'hijo de Abel', como se le conoce en la localidad de Caboalles de Abajo, donde vivía con su madre tras romperse el matrimonio, el chico «callado y algo posesivo», según sus conocidos, se enfrenta a peticiones que suman 73 años de cárcel por la matanza a machetazos de tres personas: la pareja, el padre y el hermano de su ‘idolatrada’ ex esposa, además de las agresiones a Silvia, que el fiscal califica como un delito de asesinato en grado de tentativa, y a la madre, Isabel Rodríguez.

El juicio, programado en cuatro sesiones hasta el 30 de enero, llega dos años y ocho meses después «del peor amanecer de todo un municipio», Degaña, al que transcurrido este tiempo le sigue pareciendo «una terrible pesadilla de la que no podemos despertar», manifestó la Corporación municipal.

Según la investigación, el imputado rompió la puerta de la casa familiar de los Brugos con una maza y, aún en total oscuridad, comenzó un ataque a cuchilladas que acabó con la vida del novio de 36 años de su ex mujer, el profesor de Educación Física del colegio público Santa Bárbara de Matarrosa del Sil, Jorge Marqués Vado; del abuelo y el tío de sus hijos, Manuel Ángel, de 61 años, y Roberto, de 33. Silvia ratificó ante el juez que, aunque no lo viese, por la falta de luz que había en ese momento en la vivienda, a las cinco de la mañana, no tenía ninguna duda de que fue José Manuel Álvarez el autor de los mortales apuñalamientos. Al parecer, sólo la alarma que le mostraron sus hijos por lo que estaba haciendo logró detenerle.

El arma del macabro suceso no ha aparecido, ya que los investigadores opinan que el acusado lo arrojó en su huída a toda velocidad en coche, pero sí la funda del machete, localizada en el interior del vehículo tras su detención, de lo que infieren la enorme dimensión del machete.

El Ministerio Fiscal califica como asesinato consumado la muerte de Marqués, por el que pide 20 años de cárcel; y de asesinato en grado de tentativa el de Silvia, por el que solicita 14 años; por los homicidios consumados de Manuel Ángel y Roberto Brugos pide 30 años; ocho por homicidio en grado de tentativa contra Isabel Rodríguez, y al menos otro año por allanamiento de morada, daños y atentado contra la autoridad, ya que antes de ser arrestado embistió al coche patrulla de la Guardia Civil, en la localidad de Matarrosa del Sil.

La familia, siempre cauta y alejada de los focos mediáticos en la medida de lo posible, quiere que se aplique la ley con todo rigor. Ha elegido para ello y por su silencio fuera de la sala al mejor penalista de Asturias, el letrado José Joaquín García, que eleva la petición de penas hasta los 108 años de prisión, al considerar los tres fallecimientos como delitos de asesinato consumado y la agresión a las mujeres como dos asesinatos en grado de tentativa.

El ministerio público estima que el acusado inicialmente sólo planeó matar a su ex mujer y al novio, y que el fallecimiento del padre y el hermano de Silvia Brugos, junto con las graves lesiones causadas a la madre, se produjeron en el curso de un enfrentamiento posterior, cuando trataba de llevarse a sus dos hijos.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular consideran que José Manuel Álvarez llevó sobre las ocho y media de la tarde del 22 de mayo de 2011 a los pequeños, de 6 y 11 años de edad, a la vivienda de los Brugos en Degaña, tras haber pasado con ellos el fin de semana en Caboalles, donde residía. Esa misma madrugada, entre las cinco y las cinco y media, el imputado entró en la vivienda tras destrozar la puerta a golpes de maza, se dirigió a la habitación donde se encontraban su ex mujer y el novio de ésta y les agredió con un cuchillo. Al intentar coger a sus hijos, el padre y el hermano de Silvia Brugos se le enfrentaron, y recibieron otras cuchilladas mortales, de las que se salvó la madre.

La defensa, en cambio, solicita la libre absolución, al entender que concurren una serie de atenuantes y circunstancias eximentes, como no comprender la ilicitud del hecho por trastornos mentales, legítima defensa y miedo insuperable. El abogado defensor, Javier Ordóñez, explicó que «existen pruebas periciales practicadas en relación al estado mental de José Manuel que hablan de trastornos mentales que pudieron haber condicionado seriamente su actuación». Según su versión, «entró en la vivienda con el único fin de ver a sus hijos y la violencia fue una reacción a la resistencia que prestaron los moradores. Él asegura que se limitó a defenderse y luego se fue».

José Manuel Álvarez se encuentra en prisión preventiva en Asturias desde el 25 de mayo de 2011.

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