CARNAVAL | LEÓN
Y los mozos la lían en la capital
Los jóvenes de Velilla, Riello y Riaño protagonizan un desfile popular de carnaval con cachiporradas y zafarronadas que atrajeron la curiosidad de los vecinos al protagonizar por el centro un espectáculo de caretas de color y cencerros.
Y la liaron en León. Los mozos de Velilla de la Reina, Riello y Riaño trasladaron a la capital una exhibición de los carnavales más tradicionales de la provincia. A la cita faltaron algunos de los importantes, como Alija del Infantado y Llamas de la Ribera, pero las calles de León mostraron una parte de los antruejos que se celebran en los pueblos de la provincia. Y comentarios hubo para todos los gustos. «Esto está muy bien. Deberían promocionarse más estas tradiciones» comentaba una señora que seguía a la comitiva desde la plaza de San Marcelo hasta el plaza Mayor. «Pues esperaba algo más», añadía otro señor que no perdía ojo a todos los personajes de la comitiva.
Los antruejos de Velilla de la Reina fueron los más numerosos, con 114 personas escenificando la cachiporrada y el encisnao, con cencerrada, exhibición de toros y guirrios y bailes tradicionales. Declarados de Interés Turístico Provincial, el antruejo de Velilla guarda en su esencia la tradición que dicta que los mozos del pueblo, que encarnan a toros y guirrios .Toros de armazón de madera cubiertos con sábanas blancas y cintas. Guirrios vestidos con calzones de felpa, enaguas y camisetas blancas, con cencerros que cuelgan de su cinturón y cubren sus cabezas con fantásticas caretas rematadas con abanicos de colores que los miembros de la asociación culturalToros y Guirrios de Velilla de la Reina preparan desde el mes de enero para dar mayor vistosidad a esta fiesta en la que el atruejo rememora la fertilidad. Por eso el objetivo de estos personajes son las mozas casaderas, a las que persiguen y abrazan por la espalda y levantan por encima de los cuernos del toro al ritmo del pasodoble del grupo musical. Anoche fueron varias las mozas las que probaron esta tradición por las calles de León.
Acompañando a los antruejos de Velilla de la Reina llegaron también dos parejas de Carrizo de la Ribera, que no salen desde 2008, y cinco parejas de Cimanes de Tejar, así como el toro y torero de Cimanes de la Ribera, explica el presidente de la asociación, Emiliano Blanco.
Riello trasladó a León la zafarronada, una tradición omañesa recuperada en el año 1987 por la Asociación Cultural de Omaña.
«Comparsa de personajes ridículamente vestidos. Especie de estudiantina, que recorre el pueblo sonsacando alimentos con que darse un banquete», Esta es la definición de zafarronada, tradición recuperada por algunos jóvenes de Riello y considerada como una de las celebraciones más genuinas del carnaval de la provincia de León. La figura central de la zafarronada de Omaña es el zafarrón, personaje similar a guirrio de otros pueblos . Vestido con pieles de cordero, cencerros y zumbos que cuelgan de su cinturón, su espantosa careta negra de piel de cabrito infunde el miedo a los habitantes de la zona. Otros personajes tradicionales son el torero o novio, elegantemente vestido, el toro, el ciego y la ciega, las gitanas y otros personajes de la zona. Riello desplazó a León a una veintena de personajes que en carvanal toman forma en la zona de Omaña.
Tras cerca de un siglo sin celebrarse, Riaño recupera su tradicional antruido y quiso compartir en León a una veintena de zamarrones, la vieja, el oso, el ciego, las damas y el carro con burro.
Una muestra de un carnaval lejos de las charangas y disfraces de cuentos, los pueblos de la provincia exhibe en León su más valioso patrimonio cultural con la esperanza de que el año que viene se llenen sus calles.