Requiem por la minería palentina
El cierre de la mina San Isidro y María, el último pozo de interior de Palencia, deja a León como único baluarte de las explotaciones subterráneas en la comunidad.
El cierre ayer de la mina San Isidro y María de Palencia deja a León como la única provincia con minería de interior de la comunidad. La empresa Carbones San Isidro y María, propiedad de un empresario leonés, cierra su pozo en Velilla del Río Carrión, y sus 13 trabajadores irán desde hoy a la calle tras sufrir un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de un año y adeudarles la compañía cinco mensualidades. La cuenca palentina contaba, hasta su cierre en 2012, con otra explotación de interior, el pozo Las Cuevas, propiedad de Uminsa —perteneciente al Grupo Alonso—.
La clausura del pozo es un paso más del tortuoso camino que está recorriendo el sector del carbón, especialmente duro para la minería de interior que sólo cuenta en León con pozos en El Bierzo y en La Pola de Gordón, ante la preponderancia de los cielos abiertos, unas explotaciones con menos costes para las empresas y también con menos carga laboral.
Deudas
El cierre de la mina San Isidro se produce después de que la Audiencia Provincial de Palencia decidiese levantar el embargo que pesaba sobre las subvenciones otorgadas a la empresa por 300.000 euros acordado hace más de un año por el Juzgado, según recogía ayer Ical. Esta decisión del máximo órgano judicial de la provincia se produce demasiado tarde porque la deuda de la empresa con la Seguridad Social y Hacienda asciende ahora a 260.000 euros. «Si se hubiese contado con las ayudas hace un año se podría haber pagado la deuda que por entonces era de 100.000 euros y continuar con la actividad», se lamentó el secretario comarcal de UGT en Guardo, Carlos Mesa.
El responsable sindical culpó a los responsables políticos de que se haya llegado a una situación de cierre de la compañía que es irreversible. Mesa indicó que no ha habido voluntad de los representantes de las instituciones para mantener en funcionamienot un pozo, que afirmó, es rentable y en un par de meses habría recobrado la normalidad.
«Miran para otro lado»
Carlos Mesa señaló que se acudió tanto a la Junta de Castilla y León como a la Diputación de Palencia y a los ayuntamientos de la comarca para tratar que se negociase un convenio con la Seguridad Social y Hacienda para aplazar la deuda y evitar el cierre, pero «no ha habido interés político; las autoridades miran para otro lado», aseveró el sindicalista.
Entre los trabajadores, describió Mesa, hay consternación y mucha preocupación. Casi todos han agotado la prestación por desempleo después de permanecer en el expediente de regulación de empleo durante un año y no cobrarán las mensualidades que la empresa les debe hasta al menos hasta dentro de 12 meses. Los mineros despedidos después del cierre de la mina se acogerán a las ayudas por cierre del Plan de Carbón 2013-2018 pero todavía está sin aprobar, por lo que los pagos podrían demorarse un año y medio.