El Greim: el95% de los accidentes de montaña son por imprudencias

Tiempo primaveral, nieve y paisajes increíbles. Estos son los principales atractivos con los que este fin de semana se encontrarán todas aquellas personas que acudan a las montañas de la provincia de León para realizar rutas, practicar senderismo o alpinismo y, en definitiva, para disfrutar del medio ambiente. Conscientes de este incremento de visitantes este fin de semana, y para que el disfrute no se convierta en tragedia, el Grupo de Intervención de Montaña de la Guardia Civil (Greim) de Sabero lanza una serie de recomendaciones y apela al sentido común para evitar accidentes de montaña como los que el pasado fin de semana se cobraron la vida de cinco personas en la sierra de Gredos. «Las mejores virtudes de un montañero son la sensatez, para evaluar sus riesgos y sus limitaciones, y la humildad, para saber abandonar a tiempo una actividad», explica el sargento jefe del Greim de Sabero, Enrique Ferrero.

Cabe destacar que «tan sólo uno de cada veinte accidentes de montaña son fortuitos, es decir, que se deben a condiciones externas que no se pueden controlar», explica el Sargento, «el resto son como consecuencia de las imprudencias». Esto significa que casi el 95% de los siniestros de montaña se podrían evitar con una buena planificación de la actividad, sobre todo en los descensos, con una cierta preparación y con mucho sentido común. Los accidentes más frecuentes, son los enriscamientos, es decir, estar en una zona en la que no es posible ascender ni descender, y encima tener un cierto bloqueo mental que impide reaccionar. «Esto ocurre cuando las personas se pierden, se salen del itinerario y se desorientan», explica el sargento jefe. Otra causa es que cuando se llega a la cima, en ocasiones no se sabe cómo descender, ya que no se ha estudiado la bajada. «La actividad termina cuando se llega al coche, no cuando se ha hecho cima», matiza Ferrero, que explica que «cuando se hace cima no se debe celebrar nada, como mucho hacerse una foto, las celebraciones se hacen mejor cuando estas abajo», comenta.

Para empezar, las condiciones previstas para este fin de semana son buenas, ya que de una escala del 1 al 5 se prevé un riesgo de aludes de nivel dos, es decir, leve, que incluso bajará el domingo al 1 debido a un ligero descenso de las temperaturas. «A pesar de ello, la montaña es impredecible y siempre implica riesgos», matiza el sargento, que explicó que los aludes más comunes en estas condiciones son los de placa, que consisten en que una capa de nieve se desliza sobre otra por efecto de la cohesión de los granos de nieve. De cualquier modo asegura que los aludes son más frecuentes en altitudes por encima de los dos mil metros por lo que el riesgo para, por ejemplo hacer raquetadas como la proyectada este fin de semana en Oseja de Sajambre, es mínimo, ya que se suelen realizar a menos de 1.700 metros. Por lo que se refiere a los espesores de nieve, actualmente en Picos de Europa se registran de dos a tres metros.

Las zonas más conflictivas en la época de invierno a la hora de practicar alpinismo, y por lo tanto donde más accidentes se registran, se sitúan en el Espiguete y Curavacas en Palencia, en el mazino de las Ubiñas, en Babia, y en el Friero, en Picos de Europa, con uno de los corredores más largos de España, de casi mil metros.