«Concha Espina es la que mejor ha calado el alma de Maragatería»

Las jornadas que ‘Marzo en femenino’ dedicó a Concha Espina en el centenario de la publicación de La Esfinge Maragata tocaron ayer a su fin, desgranado la geografía real y la inventada que se recoge en la novela de la mano de José Manuel Sutil. Anna Caballé puso el acento en el papel de la mujer en Valdecruces, escenario donde se desarrolla la acción, y Carmen de la Maza compartió su recuerdo de la escritora, su abuela.

«Concha Espina es la que mejor ha calado el alma de Maragatería», apuntó Sutil, quien en su intervención planteó sus hipótesis sobre la realidad de Valdecruces, que «es la concreción novelística de los pueblos maragatos que la escritora recorrió». El archivero, aseguró que «la obra es lo mejor que se ha escrito de Maragatería» y recalcó que «la novela refleja una realidad muy dura».

Por su parte, Ana Caballé animó al Ayuntamiento a crear un centro de estudios ligados a La Esfinge Maragata . «Las heroínas de la narración son Ramona y Olalla», consideró la ponente, quien destacó que será la protagonista quien ofrezca una visión del entorno. «El mensaje de Concha Espina es tan fuerte que va de unos personajes a otros. Es el fracaso de la ilusión como un hecho irreversible, Valdecruces es, precisamente, ese desengaño interior de la mujer», concluyó.

«Todos llamamos a Concha Espina madrina», aseguró Carmen de la Maza, quien recordó sus veranos infantiles, la naturaleza narrada por su abuela o su gusto por la poesía. «Fue una mujer querida», afirmó.

El ciclo también engrosó el fondo literario municipal, gracias a las donaciones de Fernando Lucio, que cedió una primera edición de La Esfinge Maragata y una revista donde se ve votar a Concha Espina, a la de Rogelio Blanco que entregó una biografía escrita por la hija de la autora y dos instantáneas cedidas por Emilia María Cela.