«Este lugar tiene un enorme peso emocional»
Carta a mi abuelo José o acercamiento a una ausencia es el texto que lee hoy en el cementerio de Astorga la nieta de José Gómez Chamorro, Sol Gómez Arteaga. «Abuelo, no tienes que pedir perdón como hiciste en la última carta que escribiste, porque nada malo hiciste. Fuiste una víctima, un mártir de la libertad». «Tu legado no es material, nos dejaste tus ideas», dice en la carta.
Para la familia, Astorga, el sitio «donde sepultaron tus doloridos restos», «es un lugar importantísimo de memoria porque donde ocurrieron los hechos», donde murió «de muerte de matar, no de morir», y «tiene una enorme carga emocional», recuerda la nieta la nieta de José e hija de Antidio, el menor de los tres niños que dejó huérfanos.
Sol Gómez Arteaga noveló en Los cinco de Trasrrey , libro de relatos publicado por la Fundación 27 de Marzo, con sede en la que fue casa del pueblo de Valderas, la historia de José Gómez Chamorro y sus paisanos de Valderas. De su abuelo siempre se habló en casa. La última carta a Sotera, cuya copia heredó y leyó a su muerte en 1995, y el sumario, le dieron el impulso para contar su historia.